Los despidos sin justa causa siempre tienen motivos

AutorRodolfo González
CargoAbogado (UBA), asesor empresarial

Introducción.

Despido sin causa.

Despido por justa causa.

Mediante el despido sin justa causa (art. 245 de la Ley de Contrato de Trabajo) el empleador extingue por su voluntad el contrato de trabajo, asumiendo el pago de las indemnizaciones correspondientes.

También llamado arbitrario, a través de esta forma de rescisión, se pone fin a la relación laboral sin necesidad de explicar las razones y motivos que llevan a la empresa a tomar esa decisión.

Por el contrario, cuando el empleador considera que el empleado ha incurrido en actos injuriosos que por su gravedad impiden la prosecución de la relación laboral, puede recurrir al despido por justa causa (art. 242 de la Ley de Contrato de Trabajo), que -en principio- le exime del pago indemnizatorio, sin perjuicio que, al ser revisada por la justicia esa decisión empresarial, se lo condenara a su pago.

Por esta razón, consideramos que en la legislación argentina, el trabajador esta amparado por un régimen de estabilidad relativa o impropia (por oposición a la denominada absoluta), ya que puede finalizar por la decisión del empleador y mediante el pago de una indemnización, salvo supuestos legales especiales que lo impiden tales como el fuero de protección de los representantes sindicales.

Despidos sin causa, pero por motivos.

Hoy, este esquema tradicional sigue vigente, pero a partir del año 2003 a través de reiterados fallos fue modificado por la justicia laboral.

El empleador -en algunos supuestos- puede verse obligado a explicar a los jueces cuales fueron los motivos y razones que lo llevaron a tomar la decisión de despedir a un dependiente, aunque los haya hecho "sin justa causa".

El despido sin causa siempre tiene alguna causa.

Para simplificar la explicación de este cambio, debemos partir de un concepto: "el despido sin justa causa, siempre tiene causa". O dicho de otra forma, el despido sin justa causa, siempre tiene motivos, siempre tiene razones.

Despedir a un trabajador es un acto jurídico cuyo objeto es poner fin a un contrato.

Todo acto jurídico siempre tiene una razón o un motivo (una causa). Piénselo de esta forma: del mismo modo que ninguna empresa contrata a un trabajador porque sí, nadie lo despide porque sí. Se trata de actos motivados y voluntarios, que se llevan a cabo con un propósito.

Partiendo de este sencillo análisis y para comprender las consecuencias de este razonamiento, si los motivos o las razones del despido sin justa causa son ilícitos, contrarios al derecho, ello...

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