Despedida y debut de un Macri más candidato que Presidente

Fue despedida y debut. Despedida (y balance) del mandato que empezó el 15 de diciembre de 2015. Y debut de la campaña en busca de la reelección. Las formas y .Fue un mensaje para los que tenían dudas sobre su decisión de ir por un y especulaban sobre la posibilidad de que su lugar se lo dejara a algún delfín o delfina. También, una respuesta para los que empezaban a preguntarse si estaba en control o si tenía la voluntad, la energía y la decisión suficientes para tratar de enderezar su gobierno y dar respuesta a las demandas acumuladas por la sociedad en los 38 meses que lleva como presidente.Y, definitivamente, fue una hoja de ruta para los suyos. Descerrajó ejes discursivos destinados a sostener una narrativa, imprescindible para responder a las críticas, para convencer a los agnósticos o para tratar de atraer a los que empiezan a alejarse, a "los que no creen". Aunque haya vuelto a renegar del "relato" como antónimo de la acción y de los hechos.Fue una manera de definirse a sí mismo y a su gestión tanto como una forma de descalificar al gobierno que lo precedió y a la oposición que lo enfrentará en las urnas. Las identidades políticas se construyen por definición (de uno mismo) y por contraste (con los otros). Nada nuevo.Y no fue, de hecho, un discurso de , porque casi todo el arco político asume que los debates legislativos y, sobre todo, la sanción de leyes escasearán en medio de la campaña. Por eso, no hubo anuncios de proyectos de ley. La minoría parlamentaria se profundiza en años electorales. Un gesto de sinceridad, al fin y al cabo.Macri decidió ocupar todo el centro de la escena, pasar decididamente a la ofensiva, como estrategia de defensa, como táctica electoralista. Como lo hizo dos días antes en el Senado su contrafigura, Cristina Kirchner. Ambos se siguen eligiendo como contrincantes. El recinto le respondió, partido al medio.Podía preverse un escenario tenso, con ánimos crispados. El último período del mandato de Macri, el proceso electoral en marcha, el mal año económico pasado (y presente), la aceleración de las causas judiciales por corrupción que tienen en vilo a la principal fracción opositora. La grieta en su máxima expresión.Macri salió a jugar ese juego y alentar esos fuegos. Su actuación no estuvo condicionada por el clima que encontró. Fue a su encuentro y a explotarlo. No hubo improvisación. Ni en el texto ni en la gestualidad. Tampoco en lo que omitió o soslayó. Dijo que se hacía cargo de los problemas y que no...

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