Descubren a una 'extraña bestia' de 99 millones de años preservada en ámbar

Los investigadores comenzaron a analizar el inusual reptil en 2019, un año antes de que un equipo separado publicara un artículo identificando erróneamente un fósil similar como el ave más pequeña jamás encontrada

Un equipo de científicos halló un fósil encerrado en un trozo de ámbar que data de hace unos 99 millones de años y que pertenece a una especie de extraño lagarto . Además, este fósil ayudó a los científicos a revisar el origen de otro descubrimiento conservado en ámbar, del mismo período, que originalmente catalogaron como el ave antigua más pequeña jamás encontrada .

Cuando los investigadores describieron el Oculudentavis khaungraae , del tamaño de un colibrí , en marzo de 2020, fue aclamado como el dinosaurio más pequeño jamás hallado (las aves son un linaje de dinosaurios que sobreviven hasta el presente). Sin embargo, el espécimen tenía una serie de características que daban a entender que podía ser un reptil .

El ámbar conservó los finos detalles anatómicos del Oculudentavis naga, incluidas las escamas en su mentón y alrededor de sus fosas nasales. Los investigadores estiman que el lagarto medía entre 5 y 7 centímetros de largo, sin incluir la cola

Según informó Live Science , este nuevo hallazgo, bautizado como Oculudentavis naga , es un espécimen más completo que el Oculudentavis khaungraae , ya que tiene el cráneo intacto y parte de la columna vertebral y los hombros. Tras analizar hueso por hueso de este nuevo fósil encerrado en un trozo de ámbar, los científicos determinaron que, a pesar de tener algunos rasgos de ave, era definitivamente un lagarto muy extraño , al igual que su primo "pájaro".

Los expertos explicaron que los fósiles conservados en ámbar se forman cuando un animal o una planta quedan atrapados en la resina pegajosa de una conífera . Con el paso del tiempo, esta resina se endurece y se convierte en ámbar alrededor de la materia orgánica, sellando el organismo lejos del oxígeno y las bacterias, y protegiéndolo de la descomposición y el desgaste ambiental.

Los expertos explicaron que los fósiles conservados en ámbar se forman cuando un animal o una planta quedan atrapados en la resina pegajosa de una conífera. Con el paso del tiempo, esta resina se endurece y se convierte en ámbar alrededor de la materia orgánica, sellando el organismo lejos del oxígeno y las bacterias, y protegiéndolo de la descomposición y el desgaste ambiental

Estos fósiles suelen conservar los tejidos blandos como las alas emplumadas de...

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