Del desbarajuste al reclamo más doloroso

El kirchnerismo acaba de garantizar con otro antecedente su ingreso a la historia grande de la impericia administrativa. http://www.lanacion.com.ar/1513925-lo-rebeldes-aun-no-aceptan-la-oferta que se produjo en la Prefectura, la Gendarmería y entre un puñado de suboficiales de la Armada no es la consecuencia de un imprevisto. Cristina Kirchner enfrenta las consecuencias de un antiguo desbarajuste salarial que los últimos decretos de sus ministros Nilda Garré y Arturo Puricelli, en vez de corregir, agravaron. Nada que ella no supiera: Sergio Berni, el teniente coronel con el que intervino el Ministerio de Seguridad, le comunicó hace semanas ehttp://www.lanacion.com.ar/1514215-si-al-petitorio-se-firma-por-berni-liberamos-la-protesta-dicen-los-prefectos por el recorte nominal de sus ingresos.La Presidenta debió descabezar a la Prefectura y la Gendarmería, destituyendo a comandantes que sobrevivieron a la salida de Aníbal Fernández del control de la seguridad. Los reemplazantes fueron designados sin que el orden se hubiera repuesto: el comandante Enrique Zach y el prefecto Luis Heiler se pusieron al frente de una cadena de mandos aún rota.El telón de fondo de la escena es un reclamo social por mayor seguridad, que aparece en las encuestas e inspira, en buena medida, los cacerolazos. El revés daña a la señora de Kirchner en uno de los flancos más frágiles de su gestión. El conflicto tiene otras aristas desafortunadas para el Gobierno. Podía preverse que Hugo Moyano recibiría a los quejosos, y que Luis Barrionuevo apoyaría a "los compañeros prefectos y gendarmes".Pero no estaba en el libreto que Antonio Caló se solidarizara con la revuelta como flamante secretario general de la CGT Balcarce. Aunque el metalúrgico Caló está dotado de una gran plasticidad: en un par de horas aclaró su desacuerdo con "actitudes que alteren la democracia".La adhesión del sindicalismo subraya un aspecto que vuelve a esta protesta más dolorosa para el imaginario oficialista: el mar de fondo se registra entre la suboficialidad, que es el sector más ajustado. Es la rebelión de los sargentos. Un episodio más propio de La Matanza que de Harvard. El encuadre gremial, sin embargo, disimula mal la gravedad de los hechos. Si se adoptara la codificación castrense, lo que ha ocurrido es un motín, es decir, una falta gravísima (artículo 13 de la ley 26.394).Por esta razón en el Congreso se encendió una alarma. Los presidentes de bloque de la oposición suscribieron un escueto comunicado con el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR