El desarrollo tecnológico en comunicaciones ¿requiere de una nueva visión ética?

AutorMontuschi, Luisa

"The advance of technology is based on making it fit in so that you don't really even notice it, so it's part of everyday life."

Bill Gates

Las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) están invadiendo todos los aspectos de la existencia humana y están planteando serios desafíos a valores individuales y sociales que se consideraban firmemente establecidos. Es cierto que las tecnologías de la computación, Internet y la World Wide Web han creado posibilidades a nivel global que no estaban antes disponibles ni para los individuos ni para las organizaciones. Pero también es cierto que han surgido nuevas cuestiones éticas porque los cambios están afectando las relaciones humanas, las instituciones sociales y principios morales básicos que se espera tengan vigencia en las distintas sociedades y culturas.

Es a partir de la década del noventa en que comienzan a generarse cambios notables, que están modificando incluso la forma de vivir de las personas, desde su misma infancia. Internet ya estaba en plenas funciones desde comienzos de los ochenta pero la World Wide Web aparece a fines de esa década y desde entonces no ha parado de crecer. Es cierto que la tecnología de la información y de la computación tiene una gran maleabilidad y se ha insertado en casi todos los aspectos de la existencia humana. Ello no debe ser ignorado. No se hubiera llegado a la luna sin las computadoras y, a un nivel más terrenal, los televisores, los coches, los ascensores, los hornos de microondas y hasta los relojes y juguetes, para citar sólo algunos elementos, dependen de microprocesadores para su funcionamiento. Pero han sido los desarrollos de la Net y de la Web y de todas las tecnologías asociadas a las mismas los que han implicado la revolución que estamos presenciando, aunque en muchos aspectos aún no la hayamos asumido en su real carácter y profundidad. Y es justamente con estos dos desarrollos que se han comenzado a plantear particulares cuestiones éticas que en su formulación, aunque tal vez no en sus respuestas, (de ser estas posibles) constituyen aportes novedosos en el campo de la ética aplicada. El uso cada vez más generalizado de las computadoras, tal como ha sucedido con otros avances tecnológicos, ha creado y está creando una miríada de nuevas posibilidades. El mundo de hoy, con la tecnología de la información tan diseminada y en continuo crecimiento, es ciertamente distinto del mundo de ayer. Parecería haberse producido un proceso de retroalimentación entre la sociedad y la tecnología el cual ha determinado las estructuras a las cuales hoy nos enfrentamos. Y ello está también condicionando las respuestas a las nuevas cuestiones que surgen.

Estos desarrollos han dado lugar a los planteos relacionados con las particulares cuestiones éticas vinculadas con el uso, cada vez más generalizado, de estas tecnologías. Las mismas han tenido efectos que pueden ser considerados altamente convenientes y positivos para la vida de las personas y para las actividades de las organizaciones. Pero también es cierto que nuevas posibilidades se abren para una utilización de esos nuevos medios tecnológicos en operaciones que no pueden ser vistas como buenas o positivas, ni para los individuos ni para las instituciones. Sólo a título de ejemplo, podemos señalar la posibilidad de control y monitoreo en los lugares de trabajo que ellos proporcionan sin conocimiento de los afectados, la pérdida de seguridad y privacidad en multitud de operaciones, el problema de la propiedad intelectual, la división digital y la falta de oportunidades de acceso para los sectores y países con menores recursos, el posible desarrollo de armas de destrucción masiva de altísima precisión, la falta de contacto humano que muchas actividades hoy comportan. Todos estos factores deberán ser evaluados desde la óptica de sus componentes éticos (1).

Un punto que debe ser tenido muy en cuenta es el referido a la relación, que fuera señalada más arriba, que se plantearía entre la sociedad y la tecnología. No cabe duda que la relación existe, pero no resulta claro de qué tipo es la misma y en qué aspectos se da. En primer lugar, habría que determinar si es la sociedad la que influye sobre los desarrollos tecnológicos o viceversa, o si se trata de una influencia recíproca. Por otro lado, es importante conocer si la influencia opera en los aspectos prácticos, o en las formas de pensar o en algún punto de mayor trascendencia. Todo ello importa pues habrá de influir en la forma en que se lleven a cabo los juicios sobre los aspectos éticos e interacciones sociales que hayan de darse en el nuevo contexto.

UNA ÉTICA DE LA COMPUTACIÓN

En un artículo pionero, fundamental en el campo, James Moor define a la Computer Ethics como "el análisis de la naturaleza e impacto social de la tecnología de la computación y de la correspondiente formulación y justificación de políticas para un uso ético de dicha tecnología" (2). Moor enfatiza el uso que hace del término "tecnología de la computación" señalando que entiende asignarle un sentido amplio para incluir tanto la computación como las tecnologías asociadas, tanto el software como el hardware, las redes como las computadoras en sí mismas.

Destaca el hecho de que, en buena medida, el problema surge porque existe una suerte de vacío en las políticas relativas a la forma en que deberían ser utilizadas tales tecnologías y ello genera problemas de índole ética con los cuales deben enfrentarse en algunos casos las personas como tales y en otros la sociedad en su totalidad. Ese vacío implica que no se sabe bien qué reglas seguir cuando se trata de realizar elecciones...

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