El desafío que impone el legado

Un recuerdo imborrable; un legado marcado a fuego. La historia comenzó cuando Horacio Agulla interceptó el pase del tercera línea francés Rémy Martin en las 40 yardas propias y buscó apoyo en Manuel Contepomi, quien, pasando la mitad del campo de juego, se la colgó a Nani Corleto que venía pidiendo pista... Nunca se podrán olvidar las zancadas de galgo del fullback argentino en el Stade de France. Su electrizante corrida hacia el in-goal en la función inaugural de la Copa del Mundo 2007, el festejo del Topo Gigio, la pelota lanzada con alegría hacia el cielo y el enmudecimiento que provocó su try en París. Así empezó la página más gloriosa de la historia para el rugby argentino: la epopeya de Francia 2007. Los Pumas habían dado el primer paso de un camino inolvidable; un golpe al corazón de una organización que siempre tuvo a la Argentina como un convidado de piedra. Los Pumas de Bronce, la mejor selección de todos los tiempos de nuestro país, se ganó ese lugar por las cualidades colectivas y los brillos individuales. La mística de ese equipo se sustentó en un espíritu de cuerpo que tenía como banderas la solidaridad, el compañerismo y el sacrificio. Eso los hizo grandes e inolvidables.Pero es un hermoso pasado. La experiencia es intransferible. Por eso, llegar tras semejante hazaña es difícil para un grupo que tardó demasiado en finalizar la transición. Desde hace casi cuatro años, los Pumas se encuentran en la búsqueda de una identidad que les ha costado demasiado trabajo construir. Los números del ciclo de Santiago Phelan son, en ese sentido, elocuentes: de los 19 test-matches que disputó, sólo ganó seis ?Italia (22-14 y 22-16), Escocia (21-15 y 9-6), Inglaterra (24-22) y Francia (41-13)?. Aun así, quedarse en los fríos números puede resultar un error tratándose de un equipo que, a lo largo de su historia, ha dado sobradas pruebas de que en las difíciles prevalece. El tiempo de trabajo en el Centro de Alto Rendimiento de Athletes Performance, en Pensacola, fue fundamental para solidificar al grupo, que se terminó de consolidar en Buenos Aires en las semanas previas a la Copa del Mundo.Los Pumas 2011 muestran una composición heterogénea. Conviven dentro del plantel cuatro generaciones que sienten el rugby de manera distinta. Amalgamar esas diferencias fue uno los trabajos más arduos que tuvo que encarar el entrenador. Finalmente fue Pensacola el lugar donde se pusieron de acuerdo. "O nos salvamos todos juntos o no nos salva nadie", fue el mensaje que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR