El desafío de la entrega

Calcuta es la cuarta ciudad en cantidad de población de la India. Decir Calcuta es decir extrema pobreza, pero es también decir madre Teresa, una asociación inevitable entre esta religiosa albanesa, nacionalizada india, y el lugar con el que se identifican su vida y su vocación de entrega a los más necesitados. Ejerció muchos años como maestra, pero la miseria sacudió sus entrañas y abandonó las aulas para entregarse de lleno al trabajo con los pobres y enfermos. En 1950 fundó las Misioneras de la Caridad, oficialmente reconocidas en 1965.

Designada por la Santa Sede representante ante la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas celebrada en México en 1975, por el Año Internacional de la Mujer, expuso en ese contexto su amoroso ideario basado en una acción sostenida y superadora de las organizaciones. Cuatro años más tarde, reconocida ya por gobiernos e instituciones internacionales, la llamada Santa de las Cloacas recibió el Premio Nobel de la Paz. Juan Pablo II, en 1986, visitó la Casa del Moribundo, que ella fundó.

Su defensa de la vida la llevó a afirmar que el aborto, absolutamente contrario al mandamiento del amor, es el peor enemigo de la paz, por lo que propuso la apertura de centros de adopción para ayudar a las madres. Un error no se borra con un crimen, explicaba.

Cualquiera que pretenda reducir a un par de párrafos la biografía de esta venerable mujer no habrá entendido la avasallante profundidad de su mensaje. Una vida dedicada a los excluidos y moribundos, sin importar cuestiones religiosas, ni de raza, ni de estratos sociales.

"Hay en el mundo otra pobreza peor que la material: el desprecio que los marginados reciben de la sociedad, que es la más insoportable de las pobrezas", sentenciaba. Su corazón abierto, desprendido de ataduras materiales, es un ejemplo inspirador, una prueba palpable y viva de cómo la generosidad, la abnegación y la entrega a los demás revelan un sentido de trascendencia. Un legado que supera ya los 500 centros en más de un centenar de países.

En el marco del Jubileo de la Misericordia iniciado el 8 del mes pasado, el papa Francisco anunció que se apresta a canonizar a la madre Teresa el 4 de septiembre de este año, en Roma. Beatificada en 2003, en coincidencia con la celebración del 25º aniversario del pontificado de Juan Pablo II, días pasados el Papa reconoció su intercesión en la sanación de un ciudadano brasileño tras una reunión de expertos que convocó la Congregación para las Causas de los...

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