Desafío: asistir a una final olímpica, un sueño costoso para argentinos
Disfrutar de unos Juegos Olímpicos requiere normalmente una inversión importante para los fanáticos argentinos, ya que hay que sumar entradas, pasaje aéreo, alojamiento y siempre se celebran lejos de Sudamérica. Asistir a unos Juegos es, así, casi un privilegio. Es por eso que Río de Janeiro 2016 encendió la ilusión de esos argentinos que fueron ahorrando año a año para alcanzar su meta: ver a Usain Bolt pasar como un rayo, maravillarse por las gigantes brazadas de Michael Phelps, disfrutar del Dream Team, asistir a la última cita de los que aún persisten de la Generación Dorada, presenciar un combate olímpico de Paula Pareto o acompañar la primera participación de la jovencísima tiradora Fernanda Russo. Claro, siempre y cuando consigan entradas para verlos. Porque desde hace meses eso se avizora como una misión imposible o a precios con valores muy elevados para el bolsillo local. Presenciar la ceremonia inaugural y la final de fútbol podría costar casi 6000 dólares, dado que sólo se puede acceder a esos acontecimientos con un paquete que incluye alojamiento y pasaje aéreo que ofrece la única agencia habilitada en la Argentina Cada país cuenta con una agencia de turismo oficial, elegida por el comité olímpico local. El Comité Organizador de los Juegos le vende a esa agencia la totalidad de las entradas que le corresponden al país y luego ésta las revende hasta con un 20% de remarcación: tiene prohibido comercializarlas a un precio mayor. En la Argentina, desde los Juegos de Pekín 2008, la agencia elegida por el COA es Turicentro Viajes SA. "Nunca le pudimos comprar", asegura Alejandro Crespo, quien desde Sydney 2000 asistió a todos los Juegos Olímpicos junto con su esposa Analía. Viven en Trenque Lauquen, y les gustaría disfrutar en el Estadio Olímpico de Germán Lauro, por ejemplo, un atleta que se mantiene desde hace cuatro años en la elite y que es coterráneo de ellos.
En su página web, Turicentro ofrece la venta de tickets a través de paquetes, entradas individuales o lo que se denomina "follow my team", una modalidad que da la chance de seguir a una selección a lo largo de la competencia. Las entradas no pueden comprarse de manera online, como sí ocurre en otros países. Tras una consulta, un vendedor se contacta con el interesado. En cambio, en las agencias de otras naciones todo es más sencillo: la compra se lleva a cabo en tan sólo algunos clics. LA NACION pudo comprobarlo en Chile y en España. En el caso español (la compañía...
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