En desacuerdo con el paro, muchos ignoraron la protesta

Las razones fueron variadas. En algunos casos mandó el bolsillo y, ante la posibilidad de que les descontaran el día, fueron a trabajar. También hubo quienes objetaron los motivos de la convocatoria y, en desacuerdo, ignoraron la huelga. En un centro porteño que tuvo muchos negocios y oficinas abiertas, pero muy poca gente en la calle, hubo algunos trabajadores que esquivaron el paro general convocado por la CGT y trabajaron "como si fuese un día más".

"Todos tienen derecho a protestar y también todos tenemos derecho a trabajar. Estoy de acuerdo con el reclamo, pero no con las amenazas, de ninguno de los dos lados, ni de la policía ni de los gremios", dijo a LA NACION Ignacio, de 28 años, empleado administrativo en una agencia de viajes.

El joven debió caminar 40 cuadras desde su casa, en Congreso, para llegar a la oficina. "Mi empresa está siempre abierta los días de paro, y si no vengo me descuentan el día", aseguró.

Además, Ignacio explicó que para los trabajadores que viven lejos, la empresa organizó un cronograma de traslados con los autos que hubiera disponibles entre los empleados. También, como alternativa, se les sugirió hacer home office.

Hubo muchos conductores que no se sintieron amedrentados por la amenaza de Omar Viviani, líder del Sindicato de Peones de Taxi, quien esta semana había desafiado con salir a "dar vuelta" los taxis que decidieran trabajar. Es el caso de Mariela, de 36 años, quien salió temprano de su casa, en Virrey del Pino hacia Capital Federal, donde está la agencia de remises. "No estoy de acuerdo con ningún paro, no creo que deban forzarte a hacer algo que no querés hacer", señaló.

La conductora aseguró que en la agencia donde trabaja "era opcional ir, si no querías ir, lo entendían". El acatamiento entre sus compañeros fue bastante bajo. Y explicó: "Con los paros siempre es igual: día que no trabajo, día que no cobro".

Juan Frutos, ingeniero civil, de 46 años, contó que fue a trabajar "como siempre cuando hay paros". Consultado por las razones, aseguró: "No comparto los motivos de la protesta ni respondo a quienes lo convocaron". Frutos pudo llegar a la empresa, sobre la calle Esmeralda, en su auto.

Muchos comerciantes que levantaron las persianas reconocieron que la asistencia bajó considerablemente. Si bien preveían esa situación, para evitar un perjuicio económico mayor abrieron los negocios.

Como cada mañana, Hugo Gianoli abrió temprano su fotocopiadora de Diagonal Norte al 800. Durante las primeras...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR