La implosión de la derecha chilena le allana el camino a Bachelet

SANTIAGO, Chile.- En una columna de cemento sobre la emblemática Alameda, la principal arteria de esta ciudad, los afiches de varios de los nueve candidatos presidenciales se superponen unos sobre otros, desprolijos, desgastados, olvidados. Solo el rostro del "fenómeno" político chileno permanece visible, casi intacto: el de la candidata de teflón, Michelle Bachelet.Aún faltan tres días para las elecciones, pero los comicios menos reñidos en 23 años de democracia no despiertan mucho interés. La próxima inquilina de La Moneda será ella. Todos los oráculos lo auguran y nadie espera un milagro. Ni siquiera la arrinconada derecha chilena, que el próximo domingo aguarda, entre la resignación y el temor, el 17-N, el verdadero tsunami de Bachelet."Se hundieron solos. La derecha no ofreció nada, ni siquiera un candidato simpático", dice a LA NACION Constanza Frei, una abogada de 40 años, mientras camina por la peatonal Paseo Ahumada, la versión santiaguina de la peatonal Florida porteña.Apenas cuatro años atrás, el presidente Sebastián Piñera ponía fin a 20 años de gobiernos de la Concertación, en la primera alternancia en el poder en Chile desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.Hoy, los últimos sondeos pronostican que por primera vez desde la elección de Eduardo Frei, en 1993, no sólo podría no haber ballottage, sino que la derecha obtendría apenas un 20% de los votos, lo que significaría su mayor derrota política desde el regreso de la democracia a Chile, en 1990.¿Qué pasó? Qué no pasó... El hecho más traumático fue el proceso de selección del candidato del sector. Evelyn Matthei nunca fue la primera opción. Tampoco la segunda. Ni siquiera la tercera. Recién cuando el bloque perdió a sus tres mejores líderes -por razones tan variadas como un escándalo financiero, un cuadro depresivo y un comportamiento poco solidario-, la entonces ministra de Trabajo se alzó finalmente con la candidatura que, a esa altura, nadie quería.Además de tarde, su nominación llegó en mal momento, justo cuando se cumplían 40 años del golpe de Estado que encabezó Pinochet y que despertó un revisionismo inédito respecto de las responsabilidades de las instituciones en el quiebre democrático y en los 17 años de represión de la dictadura.Mientras el Poder Judicial pedía por primera vez perdón por sus omisiones durante el régimen militar y Piñera denunciaba la actitud de los "cómplices pasivos" de esos años, la historia personal de Bachelet y Matthei, ambas hijas de generales de la...

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