Denunciaron a cuatro policías bonaerenses por abusos sexuales y acoso

El 1° de junio pasado, Liliana Herrera denunció que fue sometida sexualmente por el jefe de la comisaría de Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora. Antes de que el subcomisario la llevara a un pequeño galpón de la terraza y la violara entre basura y restos de expedientes quemados, fue manoseada delante de al menos cinco policías. Ninguno de ellos, ni la agente femenina que estaba en el lugar, hizo nada para evitar que su jefe la humillara.

Es el más reciente, pero no el único caso de policías bonaerenses acusados de haber cometido delitos sexuales. Hubo al menos otros dos episodios en los que oficiales superiores aparecen involucrados en casos de abuso o de acoso.

Sólo dos de los cuatro policías denunciados en lo que va del año por la presunta comisión de delitos sexuales están detenidos y fueron separados de la fuerza: son el subcomisario Omar Beckman y el jefe de calle de Ingeniero Budge.

Los otros dos siguen en actividad. Uno de ellos, incluso, integra la plana mayor de la policía bonaerense.

Según Virginia Luján Sosa, policía retirada y activista de la Comisión Internacional de los Derechos Humanos, "el comisario general José Luis Quarlieri fue acusado por una subordinada suya, Tamara Machuca, de presunto acoso sexual debido a que la suboficial se habría negado a tener un encuentro íntimo. Debido a la respuesta negativa, Tamara fue cambiada de destino en cinco oportunidades".

Sumario abierto

En la policía bonaerense confirmaron la existencia de la denuncia de Machuca y la apertura del sumario administrativo en la Auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad contra el comisario general, que actualmente se desempeña como superintendente de Seguridad Rural.

Además, se informó que si bien el expediente seguía abierto "no había ninguna prueba contundente contra el jefe policial".

"Hay muchos hechos de mujeres policías que fueron víctimas de violencia de género por parte de sus jefes o compañeros, pero los sumarios no avanzan o muchas veces las víctimas, por presiones, no siguen con las denuncias. Debido a que no confían en nadie, las compañeras vienen a decirme a mí que las violaron sus propios jefes. Están abandonadas a su suerte. Nadie las contiene dentro de la policía. Por tal motivo pedí reunirme con el subsecretario de Derechos Humanos de la provincia, Santiago Díaz Cantón, para que tome conocimiento de la realidad que se vive con algunas mujeres policías dentro de una fuerza de seguridad que, entre otros objetivos, debe...

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