La democracia, en peligro

A pesar de las insistentes declamaciones a las que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner nos tiene acostumbrados sobre la necesidad de mejorar la institucionalidad y de abandonar las divisiones entre los argentinos, el país ha sufrido en los últimos tiempos una grave escalada de violencia, acompañada por una llamativa inacción del Estado, que hace peligrar elementales principios republicanos y garantías constitucionales.Cuando desde el Poder Ejecutivo Nacional y desde las fuerzas de seguridad se desoyen órdenes de los jueces dirigidas a proteger a la ciudadanía; cuando desde el Gobierno se pretende violentar la libertad de expresión o se intenta penalizar a empresas privadas o a economistas por sus ideas y por el desarrollo de proyectos absolutamente lícitos pero inconvenientes para los intereses políticos del oficialismo, y cuando la división de poderes pasa a ser un mero enunciado que algunos ministros y secretarios se empeñan en avasallar, sólo puede concluirse que nuestro sistema institucional se encuentra en peligro.En los últimos días, además del bloqueo a las plantas impresoras de Clarín y La Nacion, se produjeron algunos hechos que, por su gravedad, merecen el repudio generalizado. El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, advirtió que no dudaría en movilizar a miles de personas para hacer callar a los medios periodísticos que difundieran información vinculada con sus causas judiciales. En la última semana no sólo no hubo una sola voz de condena desde el Poder Ejecutivo hacia esas amenazas, sino que el dirigente camionero fue recibido en dos ocasiones por la jefa del Estado en la Casa Rosada. Casi al mismo tiempo, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, desacatando una orden judicial, nada hizo para garantizar la circulación de un diario, obstaculizada por un piquete, y se burló del Congreso, al anunciar que no concurriría a brindar un informe que le fue solicitado por los parlamentarios para no prestarse a un "show mediático".En este contexto, la declaración firmada anteayer por la mayoría de los precandidatos presidenciales de la oposición, titulada "El deber de cuidar la democracia", es una muestra de madurez política que la ciudadanía les reclama desde hace mucho tiempo a sus dirigentes.El citado documento señala que "la libertad de expresión, la independencia del Poder Judicial y el efectivo cumplimiento de sus fallos se nos impone por encima de nuestros programas de gobierno, de nuestras coincidencias y de nuestras disidencias" y...

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