¿Delincuentes o víctimas sociales?

• Autor: Osvaldo P. Brito Febles - Sebastião Lopes de Jesus
• Cargo: Profesor Titular de Criminalística - Maestrante de Desarrollo Comunitario

I.Introducción:

“… el capital viene al mundo choreando sangre y lodo por todos los poros, desde los pies hasta la cabeza”.

Marx y Engels

“…La auto-producción del hombre es siempre, y por necesidad, una empresa social… Los hombres producen juntos un ambiente social con la totalidad de sus formaciones socio-culturales y psicológicas” (Berger & Luckman 1993).

Partiendo de este principio se propone en este artículo reflexionar, desde una perspectiva sociológica transformadora, transdiciplinando con estudios realizados desde el campo del Desarrollo Comunitario y el Derecho, sobre el fenómeno de la criminalidad y su relación con el actual modelo de sociedad capitalista neoliberal.

Desde luego, para este ejercicio se debe realizar, primeramente, un juicio desde la cotidianidad de los individuos, las leyes generales que norman la sociedad y las contradicciones existentes en dicho modelo social. Pues, de acuerdo con el psicólogo social Armando R. Pérez Yera (2008), existe una unidad dialéctica entre la objetivación de la singularidad humana que se realiza en la vida cotidiana y la objetivación genérico humana que se realiza como ser social.

Por lo tanto, se realizará primeramente un breve análisis de las características de la sociedad capitalista actual (las transformaciones provocadas por la globalización y el desarrollo tecnológico, la industrial cultural, etc.) y paralelamente, se estudiará la relación entre dicho modelo económico y el fenómeno de la criminalidad, y su influencia en la construcción de lo comunitario.

En este sentido, se adoptará como base para este análisis el principio marxista sobre el proceso de acumulación capitalista, el cual afirma que “…es una ley que determina una acumulación de miseria equivalente a la acumulación de capital”. Es decir, lo que en un polo es acumulación de riqueza es, en el polo contrario, acumulación de miseria, de tormentos, de esclavitud, de despotismo, de violencia y degradación moral. (Marx & Engels 1981)

II.Desarrollo:

En consonancia con lo anteriormente señalado, se constata que la sociedad del siglo XXI, post-industrial, resultante de un proceso de siglos de acumulación capitalista, está caracterizada por un escenario de contradicciones, de cambios en ritmos acelerados, de crisis y centralización de riquezas y poder. Además, está marcada por el proceso de “globalización” (puramente económica en este caso), apoyado por el desarrollo de las llamadas Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) , que crean progresivamente una realidad con nuevas pautas de conducta. Conforme lo indica Ramos (2004, 63):“Las tecnologías de la Información y la Comunicación están creando nuevos campos de socialización, de enseñanza-aprendizaje, de toma de decisiones, de gobierno, de producción, de distribución, de crecimiento, de competitividad y de empleo en las sociedades humanas”.

Todo esto provoca, de cierta forma, la fragmentación de los saberes, la atomización de la vida y la pérdida de la identidad cultural, que consecuentemente genera y reproduce una cotidianidad alienadora, de sumisión y explotación. Acompañado a esto, la clase dominante, heredera...