¿Por qué lo dejaron morir? La reunión que definió el destino trágico de Diego Maradona

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El 10 de noviembre del año pasado, un día antes de la externación de Diego Armando Maradona de la Clínica Olivos, donde el astro fue operado de un hematoma subdural en la cabeza, hubo una reunión cumbre donde se fijaron las pautas de su internación domiciliaria. Las hijas del Diez y

la madre de su hermano menor pusieron al máximo astro de la historia del fútbol en manos de un grupo de profesionales de la salud que ya atendían a quien entonces era el DT de Gimnasia y Esgrima La Plata.

Los compromisos asumidos por ese cuerpo médico, encabezado por el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, no se cumplieron. Fueron 15 días de una lenta e

inexorable debacle física que concluyó dos semanas después con la

muerte de Maradona en una casa que le habían alquilado, en el barrio privado San Andrés, de Tigre.

El análisis de la desgrabación de esa reunión -que LA NACION presenta por primera vez y en forma exclusiva- revela el alto grado de improvisación del equipo a cargo de cuidarlo.La hipótesis de la Justicia es que el resultado de esa improvisación fue la muerte de Maradona. Aquel mediodía, en la casa que le habían alquilado especialmente a Maradona para que se recuperara de la operación, en el barrio privado San Andrés, de Tigre, la psiquiatra Cosachov tuvo frente suyo al paciente: no pudo distinguir a una persona fallecida de una viva.

Según los testigos, cuando se asomó a la habitación, no advirtió que Diego ya estaba muerto, consecuencia de un "edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada"

Ella y Luque dejaron de comunicarse seis días antes de la muerte de Maradona. Esto significa que dos de los principales integrantes del grupo de médicos encargado de velar por la salud de Maradona, quienes debían coordinar la medicación que se le suministraba y el tratamiento a aplicar, no tuvieron diálogo sobre su paciente desde casi una semana antes de la muerte. En las más de 8000 fojas del expediente no existe registro de comunicaciones entre el neurocirujano y la psiquiatra en esos días fatales. Volvieron a hablar el 25 de noviembre, minutos después del mediodía, cuando Maradona ya había fallecido.

"Se representaron que podía pasar algo y no hicieron nada para evitarlo". Una calificada fuente judicial se refirió así a la actuación de los encargados de cuidar la salud de Diego Maradona durante las dos semanas que estuvo en Benavídez. Los indicios evidentes Para los investigadores, el deterioro del estado de salud de Maradona comenzó el 16 de noviembre, cuando se alertó de la hinchazón que presentaba. Siguieron nueve días donde hubo otros signos inequívocos de que el astro estaba mal. Por ejemplo, se decidió llevarle un inodoro portátil a la habitación porque él no podía moverse. El día que el Diez murió, el inodoro no había sido usado y ninguno de los enfermeros lo controló. Quienes tenían en sus manos el deber y los medios como para actuar y torcer el rumbo que llevaba a Maradona hacia su muerte "no hicieron nada para evitarlo", repiten los investigadores. Tras un año de investigación, el expediente tiene 40 cuerpos. La pesquisa comenzó con la sospecha de que detrás de la muerte de Maradona, que acababa de cumplir 60 años, hubo mala praxis. Doce meses después, el foco está puesto en siete imputados, acusados del delito de homicidio simple con dolo eventual: son Luque; Cosachov; el psicólogo Carlos Díaz; la médica coordinadora de Swiss Medical Nancy Forlini; el coordinador de enfermeros Mariano Perroni, y los enfermeros Ricardo Almirón y Dahiana Madrid. Para respaldar esa acusación, según fuentes judiciales, hay pruebas documentales, declaraciones testimoniales y el informe de la junta médica que determinó que "el desempeño del equipo de salud que atendía a Diego Armando Maradona fue inadecuado, deficiente y temerario". Para los fiscales del caso, los imputados "asumieron el rol [de cuidar la salud de Maradona] pero no lo cumplieron". Otras fuentes precisaron: "Hubo tal nivel de improvisación que debieron representarse el resultado final. Los acusados Luque, Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz asumieron el compromiso de velar por la salud de Maradona durante la reunión del 10 de noviembre de la que participaron las hijas de Maradona -Dalma, Giannina y Jana-; Verónica Ojeda, madre de Diego Fernando, el hijo menor del astro; el abogado Víctor Stinfale; el médico Rodolfo Benvenuti; Maximiliano Pomargo (cuñado de Matías Morla y asistente personal de Diego), y el terapeuta manual Nicolás Taffarel. Al día siguiente, Cosachov y Luque rubricaron, como integrantes del equipo médico tratante, el documento en el que se autorizó la externación de Maradona. Según la acusación del equipo de fiscales integrado por Laura Capra, Cosme Iribarren y Patricio Ferrari, con la coordinación del fiscal general de San Isidro, John Broyad, "los imputados debían haberse representado el resultado fatal ante el grave cuadro de salud que evidenciaba la víctima y que era conocido" por ellos. Esos imputados "ejecutaron acciones contrarias al arte de la salud y omitieron realizar los actos específicos que cada uno debía desarrollar en torno a su función, agravando el cuadro de salud de Maradona, colocándolo en una situación de desamparo y abandonándolo a su suerte, ya que provocaron el deceso de Diego Armando Maradona el día 25 de noviembre de 2020 a las 12.30, producto de una insuficiencia respiratoria y paro cardíaco". Para llegar a esta conclusión, los fiscales reconstruyeron los últimos 20 años de la vida de Maradona. Se incorporaron al expediente las historias clínicas de los médicos que atendieron al Diez en ese tiempo y se sumaron sus testimonios. Además, allanaron el consultorio y el domicilio del neurocirujano Luque, a cuatro días de iniciada la investigación. Esta medida, sumada al allanamiento del consultorio y el departamento de Cosachov permitió preservar las pruebas que, con la incorporación de otros elementos, fundaron la sospecha mínima de que había existido una mala praxis. La decisión de allanar los domicilios y consultorios del neurocirujano y la psiquiatra se basó en un detalle clave: en la casa donde Maradona vivió desde que salió de la Clínica Olivos no había ninguna historia clínica. La documentación Durante esos allanamientos, los investigadores hallaron elementos que derivaron en la apertura de otros expedientes. Por ejemplo, se encontraron papeles con la imitación de la firma de Maradona. Estas pruebas fueron solicitadas por otra fiscalía, en la que se inició una causa paralela para tratar de establecer si la firma del Diez había sido falsificada. Para el equipo de fiscales de San Isidro a cargo de la investigación, "Luque y Cosachov, asumiéndose como parte del equipo médico tratante y responsables de su salud, contrariando las indicaciones de los profesionales de la Clínica Olivos y de las buenas prácticas clínicas y médicas que debían brindarle, dispusieron el traslado del damnificado el 11 de noviembre de 2020 a esa finca sin los requerimientos básicos para el tratamiento, los que eran conocidos por estos". Maradona falleció tan solo 14 días después". Según pudo saber LA NACION, para los investigadores es clave el documento en el que se firmó la externación de Maradona de la Clínica Olivos, donde fue operado el 3 de noviembre de 2020 por un hematoma subdural en su cabeza. Ese informe fue rubricado por Luque, dos de las hijas de Diego (Giannina y Jana), y el director médico del centro de salud, Pablo Dimitroff. En el documento se dejó constancia de que Maradona no tenía el alta médica, sino que se procedería a una externación, y que la empresa de medicina prepaga Swiss Medical había propuesto continuar con un tratamiento psiquiátrico, clínico y de rehabilitación y toxicológico bajo la modalidad de internación en un centro de rehabilitación. Eso sucedió el 11 de noviembre de 2020. Entonces, el director técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata se fue de la Clínica de Olivos a la casa alquilada a tal efecto en Tigre. En uno de los párrafos de ese documento se definió a Luque y a Cosachov como el "equipo médico tratante" y se sostuvo que los profesionales "prescribieron, y la familia aceptó, el seguimiento y atención médica domiciliaria del paciente", y solicitaron a empresa de medicina la prepaga el "acompañamiento con cuidados domiciliarios de enfermería y acompañamiento terapéutico". "El seguimiento médico queda a cargo del equipo médico tratante y de los profesionales elegidos por el paciente y su familia, ajenos a Swiss Medical", se afirmó en uno de los párrafos finales del acta, líneas esenciales para los investigadores, pues acreditarían la responsabilidad de Luque y de la psiquiatra Cosachov. Durante la investigación se determinó que Maradona no salió de su habitación durante las últimas 48 horas previas a su muerte. La última señal de vida de Maradona corresponde al 24 de noviembre, a las 23, cuando el enfermero Almirón le suministró la medicación. El enfermero dijo haber visto a Maradona respirar durante la madrugada. Los forenses indicaron que el Diez tuvo un período agónico de 12 horas. Esta conclusión se fundó en el hallazgo de tres litros y medio de líquido en el cuerpo de Maradona, lo que produjo su muerte. El corazón del astro, ese motor que lo llevó a ser el mejor futbolista de la historia, estaba devastado, con una miocardiopatía dilatada. Hoy está encerrado en un frasco con formol en una dependencia de la Policía Científica, en La Plata. leer más Transcripción de la reunión Versión completa Versión corta

Jana Maradona?

Nació en abril de 1996. Su madre, Valeria Sabalain, conoció a Maradona a los 18 años cuando trabajaba como mesera en un boliche porteño. El astro se negó a hacer el estudio de ADN, pero en 1999 la Justicia...

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