Defensa pública o venganza privada

Autor1.Momarandu.com - 2.Fabiana A. Barrera - 3.Laura Capriata
Cargo2.Abogada
Advertencia editorial

En la medida de nuestras posibilidades nunca hemos evitado tratar temas espinosos ética, jurídica o políticamente.

Este es uno de tales temas, con el cual cerraremos el cuarto año de nuestra Revista.

Iniciamos este debate de ideas y de propuestas con dos artículos, no tan contrapuestos como pareciera a primera vista porque a ninguno de sus autores le interesa la venganza privada. Cabe al lector criticarlos o a añadir su punto de vista. Todas las respuestas deberían enviarse a revistacientificaeft@fibertel.com.ar

Cordialmente

Rodolfo Capón Filas

Responsable académico de la Revista

Marcha por asesinato en loma linda

Héctor Hugo Boleso, Boleso, juez Laboral del Juzgado Nº 1, es además articulista y profesor de Sociología del Instituto de Criminalística de la Universidad Nacional del Nordeste.

El citado fue solicitado por una reflexión sobre el conflicto en el barrio Loma Linda.

Allí el lunes pasado un centenar de personas incineró el domicilio de una familia de los supuestos asesinos de joven Carlos Gómez, muerto a puñaladas. Los ocupantes, que debieron huir, pero fueron encarcelados.

El martes, con los familiares del joven a la cabeza, los vecinos del barrio marcharon en reclamo por el encarcelamiento del sindicado. Durante la manifestación se oyeron llamados del tipo: “no vuelvan al barrio porque los vamos a matar”.

Hoy, marcharon nuevamente pero desde el barrio Molina Punta hasta el Juzgado donde permanecen detenidos los acusados: dos mujeres y cuatro hombres, entre ellos dos menores que serían excarcelados en breve, aunque se evalúa trasladarlos a la Granja Yatay.

“Nuestro deber de memoria no enseña que, no se combate a la violencia con la violencia, sino en el marco del Derecho”, dijo Boleso consultado por Momarandu.com. “Y que en un estado de derecho, es inadmisible el retorno a la venganza privada”.

- La comunidad y la violencia

Boleso sostuvo que “no se combate a la violencia –supuesto crimen- con la violencia –supuesta quema de vivienda-””Aquellos que acuden al uso de la fuerza bruta, se brutalizan ellos mismos, creando una espiral de violencia generalizada”, señaló.

“A nivel global, y luego del 11.09.2001, la denominada lucha “contra el terrorismo”, produjo el dictado de medidas excepcionales, que con el pretendido fin de hacer frente al fenómeno, pusieron en severa crisis el paradigma universal de los derechos humanos, en tanto marco jurídico de actuación incuestionable, aceptado voluntariamente por los estados luego de los horrores de la segunda guerra mundial”, dijo el especialista

“En América Latina, en los años 70 y 80 –aproximadamente-, con el pretendido fin de defender la seguridad nacional, -Plan Cóndor mediante-, los estados terroristas produjeron un genocidio”, sostuvo.

- La venganza privada

El especialista señaló a Momarandu.com que “actualmente, un discurso que sobredimensiona un clima de inseguridad, promueve el sacrificio de los derechos y libertades fundamentales, en el nombre de una supuesta erradicación de aquella”.

“So pretexto de combatir la “inseguridad”, algunos están de acuerdo con -y promueven- la venganza privada”, puntualizo. “Siempre hay excusas, para intentar justificar a la violencia”.

“En la comunidad internacional y en un país donde rige el estado de derecho, toda violencia es inadmisible. Sea que provenga del estado, o de particulares”, sostuvo Boleso.

“La humanidad ha recorrido un largo camino. Desde la cadena de venganzas privadas, hasta la constitución de un tribunal penal. Donde se produce la identificación de las partes (víctima y acusado), la instrucción del proceso, el juicio justo y la sentencia”, dijo.

“La justicia correctiva o restaurativa, en manos del estado, se sobrepuso a la justicia privada (la venganza), la respuesta racional a la reacción brutal, reconstruyendo de ese modo el tejido social”, señaló.

- Un retroceso

“Esta conciencia jurídica -universal y local-, es un progreso”, evaluó el especialista. “Se pasó de la oscuridad a la luz, de la incomunicación al entendimiento, de las venganzas de sangre a la justicia legal de la razón”, sostuvo.

Para Boleso “no hay motivos que justifiquen un retroceso, a la venganza privada”. “Conforme al derecho internacional y al derecho interno, los Estados tienen el derecho y el deber de proteger la seguridad de todas las personas”, dijo.

El especialista dijo que “además [los hombres y mujeres] tenemos un compromiso de memoria. Que se lo debemos a las víctimas”.

“La tragedia de nuestra América Latina de los años 70/80, la del mundo entero luego del 11.9.2001 -ciclos de venganzas que causaron y causan miles de muertos-, debe servirnos de enseñanza”, recomendó.

- Convivencia

Para Boleso del seno de toda sociedad –global y local-, “debe surgir la conciencia de la necesidad de la búsqueda de justicia, de la justicia pública, para poner fin al ciclo autodestructor de venganzas”.

“No hay otra forma de sobrevivir –como comunidad- en medio a la descomposición creciente del tejido social, en medio del dolor de los familiares sobrevivientes de tantas víctimas fatales”, dijo.

“Se impone comprender que, debe salirse de la oscuridad en búsqueda de la luz, debe abandonarse la violencia en pro de la solución de los problemas sociales con base en la razón”, sostuvo.

“Es la manera de vivir en un estado de derecho”, concluyó.

Respuesta de H H Boleso a la consulta

Agradezco su mensaje, en el que cree que puedo aportar alguna reflexión de interés sobre la cuestión:

Marco Teórico Referencial:

Las comunidades global y local 1., regidas por el Derecho y signadas por la violencia.

Primera reflexión, no se combate a la violencia –supuesto crimen- con la violencia –supuesta quema de vivienda-.

Aquellos que acuden al uso de la fuerza bruta, se brutalizan ellos mismos, creando una espiral de violencia generalizada.

Decía Pascal que la fuerza sin la justicia es tiránica; es preciso pues colocar juntos la fuerza y la justicia.

A nivel global, y luego del 11.09.2001, la denominada lucha “contra el terrorismo”, produjo el dictado de medidas excepcionales, que con el pretendido fin de hacer frente al fenómeno, pusieron en severa crisis el paradigma universal de los derechos humanos, en tanto marco jurídico de actuación incuestionable, aceptado voluntariamente por los estados luego de los horrores de la segunda guerra mundial 2.

En América Latina, en los años 70 y 80 –aproximadamente-, con el pretendido fin de defender la seguridad nacional, -Plan Cóndor mediante-, los estados terroristas produjeron un genocidio 3.

Actualmente, un discurso que sobredimensiona un clima de inseguridad, promueve el sacrificio de los derechos y libertades fundamentales, en el nombre de una supuesta erradicación de aquella.

So pretexto de combatir la “inseguridad”, algunos están de acuerdo 4. con -y promueven- la venganza privada.

Siempre hay excusas, para intentar justificar a la violencia.

En la comunidad internacional y en un país donde rige el estado de derecho, toda violencia es inadmisible.

Sea que provenga del estado, o de particulares.

La humanidad ha recorrido un largo camino. Desde la cadena de venganzas privadas, hasta la constitución de un tribunal penal. Donde se produce la identificación de las partes (víctima y acusado), la instrucción del proceso, el juicio justo y la sentencia.

La justicia correctiva o restaurativa, en manos del estado, se sobrepuso a la justicia privada (la venganza), la respuesta racional a la reacción brutal, reconstruyendo de ese modo el tejido social.

Esta conciencia jurídica -universal y local-, es un progreso. Se pasó de la oscuridad a la luz, de la incomunicación al entendimiento, de las venganzas de sangre a la justicia legal de la razón.

No hay motivos que justifiquen un retroceso, a la venganza privada.

Conforme al derecho internacional y al derecho interno, los Estados tienen el derecho y el deber de proteger la seguridad de todas las personas.

Segunda reflexión: Tenemos un compromiso de memoria. Que se lo debemos a las víctimas.

La tragedia de nuestra América Latina de los años 70/80, la del mundo entero luego del 11.9.2001 -ciclos de venganzas que causaron y causan miles de muertos-, debe servirnos de enseñanza.

Del seno de toda sociedad –global y local-, debe surgir la conciencia de la necesidad de la búsqueda de justicia, de la justicia pública, para poner fin al ciclo autodestructor de venganzas.

No hay otra forma de sobrevivir –como comunidad- en medio a la descomposición creciente del tejido social, en medio del dolor de los familiares sobrevivientes de tantas víctimas fatales.

Se impone comprender que, debe salirse de la oscuridad en búsqueda de la luz, debe abandonarse la violencia en pro de la solución de los problemas sociales con base en la razón.

Es la manera de vivir en un estado de derecho.

Tercera reflexión: Se impone la organización de la comunidad global y local, en base a la razón, la justicia y el derecho. Sin violencia.

Es la tarea más urgente y difícil. El contexto del mundo moderno lo demuestra y lo exige.

La obra no solicita solamente la ciencia de los jurisconsultos y la dedicación de los educadores –en derechos humanos y no violencia-. Aquella reclama la pasión común de los hombres de buena voluntad. Nosotros, la comunidad, podemos perdernos juntos, o salvarnos juntos. Es el drama de nuestra generación; pero es también su grandeza

Conclusiones: Nuestro deber de memoria no enseña que, no se combate a la violencia con...

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