La defensa no descarta solicitar la prisión domiciliaria

Maximiliano Rusconi confió en que su estrategia podría evitar, o al menos demorar, el desenlace que ayer vivió Julio De Vido. Pero todo fue muy rápido y el abogado ahora apuesta a que el juez federal Luis Rodríguez resuelva la cuestión de fondo de la causa por el Yacimiento de Río Turbio para dar el siguiente paso en favor de su flamante cliente, mientras no descarta pedir prisión domiciliaria para el ex ministro, que padece un avanzado cuadro de diabetes.

"Esperamos que sea detenido unas horas, todo el tiempo de más es ilegal", resoplaba Rusconi ayer, agitado y con el pelo revuelto en la puerta de los tribunales de Comodoro Py.

En diálogo con LA NACION, se quejaba de "el nivel de desapego a las normas" . "Nunca se vio que un funcionario sea desaforado y que quede preso sin ser indagado", exclamaba sin entrar en sí.

Rusconi aceptó ser el abogado de De Vido el 21 de septiembre. Lo llamaron el ex ministro y también su esposa, Alessandra "Lali" Minnicelli, que es quien más se ocupa del detalle de la estrategia judicial del ex funcionario.

El llamado fue minutos después de que renunciaran los históricos abogados de De Vido, Adrián Maloneay y Julio Virgolini. El matrimonio estaba desesperado, porque sobre sus talones estaba el inicio del juicio de Once. Y Rusconi aceptó, confiado.

El letrado, que comparte su estudio con Gabriel Palmeiro, es conocido en Comodoro Py por sus tácticas "dilatorias". Experto en casos de alto impacto, es hábil para multiplicar escritos en los juzgados con requerimientos que expanden los plazos.

En el caso de De...

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