Debilitada, Merkel negocia para contener a la extrema derecha

BERLÍN.- Después de un por gran parte de la prensa, la canciller alemana comenzó ayer sus esfuerzos para formar la coalición que deberá acompañarla durante su cuarto mandato de cuatro años al frente del país.

Marcada por la fatiga de los últimos días y por el vertiginoso avance de la extrema derecha, que seguramente dificultará su futuro plan de acción, Merkel reconoció su "contrariedad" y admitió que "hay mucho trabajo por delante".

La canciller hizo esas declaraciones ante los periodistas reunidos en la sede de su partido, la CDU, en el corazón de . La agitación dentro del imponente recinto de vidrio y acero de la democracia cristiana contrastaba con la aparente calma del exterior. Después de esporádicas manifestaciones contra los inesperados resultados obtenidos por la extrema derecha de la AfD en las elecciones de anteayer, los alemanes regresaron ayer a la rutina cotidiana y, tolerantes, parecen haber digerido el shock inicial.

"Es terrible, pero tampoco se puede decir que los nazis entrarán al Parlamento", reflexionó Elke Brawn, de la Universidad Humboldt. "Estamos hablando de un partido que acepta el juego democrático y, por el momento, respeta la ley", dijo. Poco antes, Merkel había afirmado su convicción de contar con un claro mandato popular para formar gobierno y rechazado la posibilidad de fracasar y verse obligada a llamar a nuevas .

Cuando alguien le preguntó si, en las actuales condiciones, seguía siendo un actor fundamental para la estabilidad de Europa, Merkel respondió lo de siempre: "Nunca me vi como un pilar de la estabilidad europea. Si los demás me ven así, no es mi responsabilidad".

La canciller afirmó que mantendrá conversaciones con sus antiguos coaligados de la socialdemocracia (SPD), a pesar de que su líder, Martin Schulz, declaró anteayer la intención de su partido de pasar a la oposición. Fuentes de la CDU aseguran, sin embargo, que Merkel buscará la formación de una "coalición Jamaica", llamada así porque los colores de la bandera caribeña coinciden con los tres colores de una eventual coalición de gobierno: el negro de la CDU, el verde de Los Verdes y el amarillo del liberal FDP.

Esa solución parece ser la única que otorgaría a Merkel la mayoría absoluta en el Bundestag. Pero lograrlo no será fácil, teniendo en cuenta las profundas diferencias que existen entre las tres formaciones, sobre todo en lo relativo a Europa, inmigración o medio ambiente.

En esas condiciones, las próximas semanas serán arduas e...

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