Deben cuidarse las relaciones con Brasil

La relación personal entre Alberto Fernández y Jair Bolsonaro ha alcanzado un alto nivel de conflicto. Conocidos los resultados de las primarias del 11 de agosto, Bolsonaro dijo lamentar el probable retorno del populismo a la Argentina. Simultáneamente, Fernández viajó a Brasil con el propósito exclusivo de visitar a Lula da Silva mientras se encontraba en prisión. No consideró que el resultado de las primarias ponía sobre él una nueva responsabilidad institucional, ni tampoco que Lula cumplía una pena dictada por la Justicia de aquel país por hechos de corrupción. Y a las pocas horas de su triunfo en las elecciones generales del 27 de octubre, Fernández pidió a los gritos la liberación de Lula y, más recientemente, se abrazó con Dilma Rousseff durante el encuentro del Grupo de Puebla. En otras palabras, hizo lo necesario para enervar la relación y encontró la respuesta de una persona que no se caracteriza por la moderación.El hecho sería banal si se circunscribiera a dos personas comunes, pero Fernández es el presidente electo de la Argentina y Bolsonaro es el primer mandatario de Brasil. Siendo así, los comportamientos de ambos adquieren otro carácter. Con más razón, resultan riesgosos al tratarse de dos naciones ligadas por importantes lazos históricos, institucionales y económicos.Brasil es nuestro principal socio comercial al impulso del acuerdo de integración del Mercosur. Según datos de Ecolatina de los últimos 12 meses, el 12% de las exportaciones argentinas se destinan a Brasil, que a su vez es el origen del 20% de nuestras importaciones.Del otro lado, la Argentina solo absorbe el 8,1% de las exportaciones brasileñas, por detrás de China (22%) y Estados Unidos (11%). Hay tarea por hacer, ya que hoy Brasil es más importante para nosotros que lo que representa la Argentina para ese país.Es necesario destacar que un porcentaje elevado de las exportaciones e importaciones hacia y desde Brasil está constituido por productos industriales, en su mayoría, automotores y partes. Una afectación del comercio entre ambos países tendría un impacto negativo directo sobre la industria y la ocupación. En 2019, al impulso de una fuerte devaluación, el saldo de la balanza comercial entre ambos países será superavitario para la Argentina, revirtiendo al menos por ahora el abultado déficit comercial que caracterizó los años anteriores.La...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR