Un debate crucial para el poskirchnerismo

Las últimas gestiones para un acercamiento, o un eventual acuerdo, entre y han fracasado. El voto peronista camina, por primera vez desde 2003, hacia su propia división. Esa perspectiva, que es ahora la más segura para las elecciones presidenciales del próximo año, anuncia que habrá segunda vuelta. Sería, en tal caso, la primera vez que eso sucedería desde que se instauró en la Constitución el sistema de ballottage. El debate sobre la unidad del no peronismo, que abrió franjas diferentes en la alianza es fomentado por .estaría más cómoda . La improbable unidad significaría la absorción de Massa por parte del peronismo. Massa es y será su enemigo permanente. La presencia de él en un acuerdo entre todos los peronistas pulverizaría, además, el proyecto presidencial de agrandar un bloque de diputados nacionales de absoluta disciplina al cristinismo después de 2015. Hasta legisladores no kirchneristas aseguran que la Presidenta tiene ahora unos 40 diputados, que continuarán hasta 2017, que le son muy leales. Cristina aspira a ampliar ese número con 20 o 30 más en las elecciones del próximo año.Ese proyecto podría concretarse en las listas de diputados de Scioli, que ella pretende que sean compartidas por el resto de los candidatos presidenciales del Frente para la Victoria. En rigor, el único rival en serio que tendrá Scioli es Florencio Randazzo, el ministro del Interior y Transporte, que no objetaría la idea de listas comunes de diputados entre todos los candidatos del partido oficial. En síntesis, Cristina aspira a liderar la primera minoría de los diputados nacionales cuando ella ya no esté en el poder. Esa ambición cierra en la teoría y en la actual aritmética parlamentaria; habrá que ver si las lealtades pasan luego la prueba de un liderazgo político sin poder en la administración del país.Massa llega por otro camino, pero converge con Cristina. Él también es absolutamente contrario a participar de las elecciones internas del peronismo y, mucho menos, del oficial. Cree que el mayor caudal de votos le vendrá siempre desde los que no quieren más kirchnerismo. Elige los temas más populares para distanciarse del cristinismo, como la seguridad, y los personajes más emblemáticos, como el juez Raúl Zaffaroni, para enfrentarlos. Massa contesta a muy pocos de sus críticos, pero no deja sin respuesta ninguna alusión a él por parte de Zaffaroni. Sabe que el juez es para importantes sectores sociales el referente y el maestro de una escuela judicial...

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