Coparticipación: otro debate ausente

El país macrocefálico, asimétrico e injusto en la distribución del ingreso del que Cristina Fernández de Kirchner hablaba en la Convención Constituyente de 1994 quedó expuesto ahora, en las elecciones primarias del 14 de agosto, cuando la Presidenta cosechó la mayor cantidad de votos en las provincias más dependientes del Poder Ejecutivo.Asfixiadas por la escasez de una recaudación propia que no llega a cubrir ni siquiera un tercio de sus necesidades corrientes, las provincias tienen una dependencia cada vez mayor del Estado nacionalUn reciente estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) publicado porLa Nacion advierte con nitidez sobre la magnitud del desajuste: los recursos propios de las provincias pasaron del 34 al 30 por ciento entre 1999 y 2010. En contraposición, las transferencias que están sujetas a algún grado de discrecionalidad, en el mismo lapso, crecieron del 5 al 14 por ciento.La comparación de datos del escrutinio con el estudio del Iaraf muestra que en Santiago del Estero, Tucumán, Formosa, Corrientes, Chaco, Catamarca, Misiones, Salta, Tierra del Fuego y San Juan, donde es más baja la captación de fondos propios, la fórmula encabezada por la Presidenta sacó más del 60 por ciento de los votos. Las excepciones fueron La Rioja y Jujuy, donde el apoyo a Cristina Fernández fue del 51 y del 60 por ciento, respectivamente.La situación no es nueva. Según cálculos de la consultora abeceb.com, en 2010 el gobierno central se quedó con el 73 por ciento de los recursos tributarios nacionales, contra un 27 por ciento que fue a las provincias. Y la tendencia se mantiene en lo que va de 2011.La provincia de Santa Cruz recibió entre 2003 y 2010 transferencias desde el gobierno nacional por el equivalente a casi 21.000 pesos por cada habitante, en tanto que, en el mismo período, cada bonaerense recibió 644,40 pesos y cada uno de los porteños, 332,60 pesos.Al margen de semejante desigualdad, las provincias también sufren por el incumplimiento en el giro de fondos que la Nación está obligada a realizarles, lo cual obliga a muchos gobernadores a peregrinar hacia la Casa Rosada en procura de dinero.Fue lo que tuvo que hacer pocos días atrás el saliente gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, a cuya provincia se le había bloqueado la remisión de partidas que debía girarle la Anses.Es sin dudas significativo el dato de que Schiaretti haya viajado a Buenos Aires para reclamar una deuda de 1178 millones de pesos. No fue de los gobernadores más...

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