Cómo darle un pase a Cristiano sin estar en el Camp Nou

Llueve en la ciudad gótica y las gotas salpican sobre una sala porteña y exclusiva. Llueve sobre el campo verde, tapizado, según parece, por una acuarela de Dalí. El escenario es una postal: los colores no son los colores del fútbol, es la comunión entre la tecnología y el arte. Viajan juntos hacia el futuro, aunque hay que abrir bien grande los ojos: está ocurriendo en este mismo instante. El desconsuelo de Leo Messi no se ve: se siente. La soberbia de Cristiano no se observa: se toca. El clásico del fútbol mundial se puede mirar desde muchos ángulos, aunque mejor es estar aquí, sentado frente a un Led de 52 pulgadas, vestido con unos anteojos de gala en un escenario milagroso. Desde este sillón, a dos metros del televisor, se puede darle la asistencia a Cristiano para el segundo gol. El que sella la victoria, el que celebra (casi, casi) el título. No es Özil el hombre del pase: puede ser el hombre, armado con las mismas armas, que está acá, en Cabildo y Juramento, a la vuelta de la esquina.La inédita experiencia de vivir el duelo del mundo en un local de Sony, vez primera en 3D, genera ansiedad y..., angustia: es como estar en el cine, sin estarlo; es como estar en el Camp Nou, sin...