Dar los primeros pasos en el vecindario

El hecho de que la fortaleza principal de la Argentina sea en bienes agroindustriales y no en manufacturas, no favoreció su incorporación a los flujos que constituyen el centro de las cadenas globales de valor (CGV). Y esa realidad es común a otros países latinoamericanos, advierte Alejandro Ramos Martínez, de BID-Intal.

"La participación en ese tipo de cadenas es difícil incluso para México y los países centroamericanos. Un ejemplo reciente es el cierre de la planta de circuitos integrados que tenía Intel en Costa Rica desde fines de los 90, debido a las ventajas logísticas respecto de Asia. Costa Rica era parte de la cadena electrónica y perdió ese lugar, pero empezó a participar como abastecedora de servicios. La Argentina participa en un tipo de cadena regional de valor, en especial con Brasil, en el sector automotor. Es posible que esa cadena pueda aprovechar mejor las ventajas de especialización en un comercio hemisférico, generando vínculos con México", comenta.

Y agrega: "La cabeza de la CGV son las actividades de innovación que generan nuevos productos y en las que se concentran las ganancias del conjunto del proceso. Sin generar falsas expectativas, es posible que la Argentina y otros países sudamericanos puedan captar parte de esas ganancias", pero para eso es clave invertir en ciencia y tecnología orientadas a la bioeconomía para elevar el contenido de innovación en productos agroindustriales.

Marcelo Elizondo explica que "el caso más común es aquel en el que las empresas de los países en desarrollo entran en cadenas como subcontratadas para tareas específicas. Para...