Dante Caputo: el canciller que reinsertó al país en el mundo

Fue un profesor dedicado, un diplomático agudo y puntilloso, y un dirigente político apasionado desde su juventud hasta sus últimos días. Pero Dante Caputo, que falleció ayer a los 74 años, será recordado sobre todo por la misión que Raúl Alfonsín le dio junto al cargo de canciller, en diciembre de 1983: reconstruir el prestigio de la diplomacia argentina y lograr la reinserción del país en el mundo, luego de siete años de dictadura militar.

Nacido en Buenos Aires en 1943 en una familia de inmigrantes italianos, Caputo demostró desde niño una fuerte vocación por el estudio. Politólogo graduado en la Universidad del Salvador, en 1966, inició una carrera académica que lo tendría muchos años fuera del país. En 1967 cursó un posgrado en la Fletcher School of Law and Diplomacy, en Boston, y poco después se mudó a París, donde recibió un doctorado. De aquella época parisina le quedaría impregnado el acento que lo hizo merecedor de imitaciones de humoristas en sus épocas de mayor exposición pública.

A su regreso al país, y mientras desarrollaba su tarea como investigador en el Instituto Di Tella, Caputo trabó relación con Alfonsín, quien por aquellas épocas libraba una dura batalla interna en la UCR con el entonces líder Ricardo Balbín. Acompañó, como asesor en temas internacionales, al dirigente bonaerense durante la dictadura y fue uno de los autores intelectuales del rechazo que Alfonsín expuso ante la Guerra de Malvinas, de 1982, apoyada por la inmensa mayoría de la clase política de entonces.

"Era uno de los integrantes del gabinete en las sombras que Alfonsín tuvo antes de llegar al poder", recordó ayer a LA NACION Aldo Neri, compañero de ruta de aquella época y más tarde ministro de Salud de Alfonsín. Colaboró, además, con la decisión del candidato de la UCR de no aceptar ningún tipo de amnistía para los militares responsables de violaciones de los derechos humanos.

Con la llegada del radicalismo al poder, en diciembre de 1983, Caputo fue designado canciller, cargo que ocupó hasta el 8 de mayo de 1989, dos meses antes del abrupto final del gobierno. Durante su gestión, Caputo selló las bases de la integración sudamericana: no solo por los acuerdos con Brasil y Uruguay que alumbraron el nacimiento del Mercosur, sino además porque firmó el Tratado de Paz y Amistad con Chile, que terminó con el conflicto por el Canal de Beagle, una disputa que estuvo a punto de estallar en un conflicto armado en 1978. Quedó en la memoria colectiva su debate...

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