Daniel Heymann: 'La inversión se mueve por la percepción de que hay sendero hacia adelante'

Sobre un fondo azul, decenas de delgadas líneas blancas se entrelazan y forman figuras que se van superponiendo. Así es el mundo hoy, según analiza el economista Daniel Heymann. Un mundo multipolar y algo caótico. "Nos preocupa Estados Unidos, China, Brasil... tenemos que jugar a muchas puntas, la incertidumbre con respecto al mundo es importante", dice el investigador y profesor de la UBA y de la Universidad de San Andrés, mientras observa ese gráfico en la pantalla de su oficina en la universidad pública, donde recibe a LA NACION. El punto no es menor, si se considera que, según su evaluación, uno de los grandes problemas de la Argentina es la caída de las exportaciones en los últimos años, dada la insuficiencia de recursos para la economía que ello conlleva.

El entramado de las líneas blancas remite también a la complejidad que presenta la salida de los problemas de la Argentina. Uno de los desafíos, apunta, es lograr progresivamente una estabilidad de precios y la reversión de una tendencia que se da en nuestro país y no en otros de la región: la que indica que cada vez que sube el tipo de cambio real, baja el salario real por la inflación generada. Dice, además, que no puede haber "shock" si de mejorar la ecuación fiscal se trata.

Heymann confía en que en 2017 habrá crecimiento económico, una inflación mucho menor a la de este año y salarios que podrían ganarle a los precios. Pero advierte que el gran desafío es lograr una tendencia en las variables que marque un camino de crecimiento sostenible.

-A un año de gestión del actual gobierno y con una economía que no arranca, ¿dónde considera que está el principal problema de la economía argentina?

-Este patrón de estancamiento con oscilaciones alrededor de una tendencia chata viene de 2011. Hay razones diversas pero una de las que a mí me parecen importantes es que, después de una sobreabundancia de dólares, particularmente por la suba de precios de las exportaciones y el aumento de las ventas al exterior, vino un fenómeno de escasez, lo que se llama la restricción externa, todo asociado a un desempeño poco dinámico de las exportaciones. Tuvimos una época de crecimiento más o menos significativo en volumen de exportaciones y de precios, y eso se convirtió hace seis, siete años o incluso más, en un estancamiento. El volumen de exportaciones en 2015 era 15% más bajo que en 2007, y las importaciones eran en volumen un 30% más. Eso crea dificultades para financiar aumentos de la demanda...

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