El curioso caso del ah re: un asesino de la ironía

No está incluido todavía en el Diccionario de la lengua argentina -y es todavía muy pronto para saber si algún día lo estará-, pero ya sea que se lo acepte, quede en el limbo o sea finalmente rechazado de plano, el ah re es un caso serio del lenguaje. Como casi todos saben, el ah re invierte el sentido de lo dicho previamente. Por ejemplo: "Fui hoy a la clase de ruso y entendí todo... ah re".La primera frase era evidentemente irónica. Pero la ironía no tiene una marca textual. Nada nos indica que algo es irónico, salvo el conocimiento de la persona que nos está hablando (en el caso anterior, tener la seguridad de que el ruso no se le da con facilidad al estudiante en cuestión). De ahí procede el nerviosismo de la ironía, esa compulsión de mirar de reojo como preguntando: "¿Me lo decís en serio?".Hay muchísimas maneras de entender el recurso de la ironía, pero podríamos detenernos en un par de consideraciones del romántico alemán Friedrich Schlegel, que la convirtió en una verdadera fuerza de su teoría de la literatura y le atribuyó la filosofía como su auténtica patria. Escribió: "La ironía constituye la forma de lo paradójico. Paradójico es todo aquello que es bueno y grande a la vez".¿Por qué...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR