La cúpula de la CGT no definió el paro y la marcha se cerró con incidentes

Héctor Daer improvisó sobre el cierre un discurso que nunca pudo terminar. A se le entrecortó la voz ante la enésima interrupción. Y a Carlos Acuña, que fue el primero de los tres jefes en enfrentar el micrófono, casi ni se lo escuchó. Los silbidos y los abucheos silenciaron el mensaje de la cúpula de la .

Sin acuerdo interno para romper el vínculo con el Gobierno, la CGT postergó ayer otra vez la definición de la fecha de un paro nacional para mantener abierta bajo presión una negociación con la Casa Rosada. La dilación, que ya lleva cinco semanas, fue lo que encendió el fastidio de la multitud que se arrinconó en Julio Roca y Chacabuco para rechazar la política económica del oficialismo.

Fue la segunda movilización en contra de la gestión de Mauricio Macri en 48 horas. El lunes se habían manifestado miles de docentes para exigir la reinstauración de la paritaria nacional, un pedido que volvió ayer a tener eco.

"Le decimos al Gobierno basta de este manoseo. Con el diálogo no hacemos nada. Fuimos prudentes hasta...", intentó Acuña terminar la frase. Lo tapó una silbatina. El grito de la multitud se unificó con "paro general", pero estalló con "pongan la fecha, la puta que los parió".

Schmid parecía ser el mejor intérprete del malestar que se expresaba. "No estamos aquí para dilatar la protesta. Habrá medidas de fuerza a fin de mes", dijo, y se ganó unos aplausos. Y agregó: "El Gobierno ve un retrato social y económico que la mayoría de nosotros no ve. Hay suspensiones, despidos y pérdida de salario". Los silbidos lo empujaron a apurar un cierre. Acusó al Gobierno de resolver "con velocidad los problemas de los grandes grupos económicos", pero no los de los "más débiles". E ironizó: "De los brotes verdes no se ven ni ramas, la política de inversión y desarrollo es ir de compras a Chile".

Ni Acuña ni Schmid precisaron la fecha del eventual paro. Todo indicaba que sería Daer, el último orador, quien iba a anunciar la medida. Sin embargo, el referente de Sanidad arrancó con un furcio: "Vamos a hacer un paro de 24 horas antes de fin de año... De fin de mes". La gente se impacientó y volvió a estallar en un grito: "Paro general, paro general". Y Daer respondió: "Si el Gobierno no rectifica el rumbo, vamos a hacer un paro con movilización".

Los tres jefes de la CGT se miraban asombrados. Habían adelantado una hora el inicio del acto porque ya estaban al tanto del clima intolerante. Huyeron del escenario custodiados por patovicas y barrabravas...

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