Las cumbres y el subsuelo

AutorNatalio Botana

América latina sucumbe al narcotráfico, prisionera de la demanda de los países centrales

El primer encuentro entre Barack Obama y los presidentes latinoamericanos no pudo ser más auspicioso en el plano retórico. En ese nivel, propio de gestos y palabras, Obama obtuvo lo que quería: un clima de diálogo y hasta de fraternidad hacia su figura rodeó la escena.

Más allá de este punto de partida, que parece dejar atrás el belicoso legado de George W. Bush, comienzan los problemas de unas Américas aún separadas por una enorme brecha. Obama respondió en primera instancia liberando el flujo de remesas dirigido hacia Cuba, sin levantar, por ahora, el embargo comercial. Obviamente, el presidente norteamericano espera que el gobierno de Raúl Castro adopte decisiones necesarias en torno a una política de derechos humanos que sigue férreamente condicionada por el orden autoritario que allí impera.

Hay indicios de que los gobiernos americanos, incluido el de los Estados Unidos, han resuelto tácitamente propugnar una estrategia de aproximación indirecta para extraer del régimen cubano un mayor grado de libertad y de seguridad jurídica. La democracia, en tanto ejercicio plural y competitivo entre partidos, quedará para más adelante.

Este lapso depende de la duración del crepúsculo de los gerontes que gobiernan la isla. Como en el régimen de Franco en la España de los ya lejanos años setenta del último siglo, la muerte natural del caudillo es condición necesaria de la democratización. Mientras tanto, habrá que apostar a una política encaminada a reducir los márgenes de la dictadura de partido único.

En materia de márgenes, el papel que representan las remesas enviadas desde el exterior por los habitantes que emigran a los Estados Unidos y, en menor medida, a España, se ha trasformado en una panacea para amortiguar la penuria fiscal de varios gobiernos reformistas en América Latina. La dependencia es aquí evidente. Veamos, por ejemplo, el caso de la reciente victoria electoral del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional en El Salvador.

El candidato que se llevó las palmas del triunfo, Mauricio Funes, sin ser miembro de aquel movimiento, representa para la democracia el hecho auspicioso de la conversión de los antiguos revolucionarios en nuevos reformistas. Dada esta circunstancia -que hoy podríamos prolongar hacia Ecuador, donde Rafael Correa llevaría las de ganar en las elecciones presidenciales-, la cuestión consiste en identificar los recursos...

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