Cumbre del Clima en Marrakech

Nos encontramos muy próximos a la Cumbre del Clima que se celebrará en Marrakech, Marruecos, del 7 al 18 del mes próximo. Pasados apenas 11 meses de la histórica cumbre de París, ya se ha logrado la ratificación del acuerdo suscripto allí por más de 55 partes que superan el 55% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

La entrada en vigor de este acuerdo tendrá lugar el 4 de noviembre y ha ocurrido a una velocidad sin precedente en la historia reciente de los convenios internacionales. Ello demuestra, probablemente, la comprensión, por parte de los dirigentes de Estado, de la urgencia del desafío más grande que por primera vez enfrenta la humanidad: se trata de promover un nuevo modelo de crecimiento con menores emisiones de carbono.

El cambio climático no es un problema de las futuras generaciones. Es el desafío de nuestro siglo y exige la convergencia de todos los países para evitar las consecuencias negativas que sufre el planeta.

A diferencia del Protocolo de Kyoto, el Acuerdo de París aspira a lograr el compromiso y la contribución de todos los Estados y no únicamente de los países desarrollados. Sin embargo, las naciones que se han beneficiado con un alto grado de industrialización a costa de una enorme emisión de gases invernadero tienen una mayor responsabilidad en el aporte de soluciones a los problemas que han causado. Pero no son las únicas que deben proveerlas.

El cambio climático requiere de una interdependencia entre los países en cuanto a la forma de resolver sus efectos. Por eso, todos los gobiernos, a partir de la entrada en vigor del Acuerdo de París estarán también obligados a tomar medidas para lograr los objetivos relativos a trabajar en forma conjunta para limitar el aumento de la temperatura en este siglo a menos de 2°C con respecto a los niveles de la era preindustrial, incluso, a realizar los esfuerzos para que ese aumento no supere 1,5°C. Para ello cada país deberá cumplir con las contribuciones previstas determinadas a nivel nacional y también revisarlas para aumentar su nivel de ambición.

Nuestro país, desde fines de 2015 ha dado un enfoque estratégico a la temática de cambio climático a partir de la transformación de la antigua Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable en Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, lo que fortaleció la estructura institucional para la gobernanza del cambio climático, con una secretaría y una subsecretaría con competencias específicas en la materia.

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