La cultura de la influencia en las redes

Vivimos en el universo de la imagen bajo el lema: "Aquello que no se instagramea no pasó". Este eslogan, acuñado por los más jóvenes, y por muchos adultos, se valida a diario con distintas fotografías que ilustran desde un plato de comida, un paisaje inolvidable hasta un diminuto traje de baño en alguna zona costera.

Complementa este novedoso lema aquel antiguo dicho popular: "Una imagen puede más que mil palabras", y destaca, con absoluta vigencia, el poder de influencia y convicción que genera una imagen, basta recordar la entrega de los Oscar de 2014 cuando Ellen DeGeneres tomó una fotografía que alcanzó miles de retuits (más de un millón en 40 minutos), o el exfuncionario que arrojaba bolsos con dinero en un convento de la provincia de Buenos Aires. Distintas situaciones que quedaron registradas en la retina de millones de personas.

Este innegable poder de la imagen ha sido potenciado sustancialmente por las redes sociales , que han proporcionado a sus usuarios un vehículo digital que permite desarrollar el ego, elevar la autoestima y potenciar la visibilidad personal, situación digna de un estudio sociológico y/o psicológico que corresponde dejar en manos de especialistas. Para acreditar este hecho alcanza con bucear en algún perfil de Instagram y/o Facebook para comprobar esa cultura, casi universal, que busca exhibir un cuerpo esbelto, bello y saludable, o que por lo menos aparenta serlo. Más individualismo para una cultura individualista que no permite vislumbrar, a simple vista, que no todo lo que reluce es oro.

De la mano de la cultura de la imagen social media se ha desarrollado un nicho de negocio a través de los influencers , personas que, contando con gran número de seguidores en redes sociales, usan su imagen personal y su poder de convicción para influir en la toma de decisiones, con carácter general o con foco en el consumo de bienes y/o servicios.

La actividad de la influencia social media ha sido regulada en algunos países, como Noruega, que hace unos meses introdujo cambios en la ley de marketing general con objeto de evitar el uso abusivo de la propia imagen que pueda causar perjuicios a terceros, proteger la autoestima y el respeto por las diferencias. Esta normativa estableció la obligación de clarificar, mediante una etiqueta, si quien pretende influir en otro ha "alterado" su...

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