Cultura dormitorio

"Es un tema de comodidad y de tecnología. Los fines de semana puedo pasar horas en la cama si no tengo ningún plan, con la tablet, la compu y la comida, que también viene a la cama", dice Facundo Villanueva, un empleado administrativo de 34 años que agrega que incluso aquellos días en que hace home office buena parte de la jornada laboral transcurre en su habitación. "Me falta una cafetera al lado de la cama", dice a modo de explicación del único motivo que lo saca de la cama en una jornada invernal de trabajo en el hogar. Televisión, laptop, tablet y celular... Alejandra Lupiz, de 31 años, enumera las pantallas de las que hace uso en su habitación. "Soy diseñadora gráfica y a veces me da fiaca levantarme de la cama, así que me llevo la compu al cuarto y trabajó ahí", cuenta Alejandra, que señala que las de las mañanas y las de las noches son las horas en las que las pantallas se encienden en su pieza: "A veces incluso vemos cosas distintas con mi novio en pantallas distintas; como él habla poco español (es inglés), si yo quiero ver algo en español lo veo en la tablet y él mira otra cosa en la compu", cuenta.

Para dormir, sí. Pero también para trabajar, ver televisión, comunicarse a través de redes sociales, almorzar o cenar o, simplemente, para estar. La habitación es ahora la nueva cocina: el espacio que había prevalecido en la primera década de los dos mil. Hoy, lejos de ser ya un ámbito de uso mayormente nocturno, el dormitorio -y más precisamente la cama- es el lugar de la casa que más protagonismo ha ganado en virtud de la portabilidad de distintas tecnologías que hacen que gran parte de nuestras necesidades y de nuestras actividades puedan resolverse sin tener que adoptar una posición vertical.

"En los últimos años ha habido un desplazamiento de las prácticas culturales, mediáticas y tecnológicas del comedor a la habitación", afirma la doctora en comunicación Roxana Morduchowicz, especialista en cultura juvenil y autora del libro Los chicos y las pantallas. Enrique Carrier, analista del mercado de las telecomunicaciones, coincide: "El hecho de que hoy uno pase más tiempo en el dormitorio tiene que ver con que ciertos dispositivos se hicieron personales. Hasta hace no muchos años, en la casa había una computadora y estaba en un lugar común, y los miembros de la familia iban rotando. Pero luego sucedió lo mismo con la computadora que con la televisión". Al multiplicarse las pantallas y volverse portables y cada vez más individuales, la habitación -lugar de intimidad y comodidad- es hoy un espacio de tránsito nocturno, pero también para realizar tareas. Morduchowicz relata el proceso de cambio: "En los años 50, la televisión ya había desplazado al hogar prácticas que tradicionalmente tenían lugar en espacios públicos. Las familias comenzaron a vivir más tiempo en su propia casa, más precisamente en el comedor, viendo televisión, replegadas sobre la intimidad del hogar. Más recientemente, las tecnologías generaron un segundo desplazamiento, esta vez...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR