Cristóbal López tendrá su moratoria y algo más

Alberto Fernández confesó a Lula da Silva que quiere cambiar el mundo. Con los afiliados a la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) fue un poco más específico: "Hay que revisar el capitalismo", les dijo. Siguen siendo formulaciones muy generales como para esclarecer la naturaleza de su propuesta. Por eso conviene seguir el consejo de Néstor Kirchner: "No mire lo que digo. Mire lo que hago". Ayer hubo otra manifestación concreta del modo en que el Presidente concibe la economía. En la Cámara de Diputados comenzó a analizarse el proyecto de ampliación de la moratoria impositiva enviado por el Poder Ejecutivo. Disimulado en una maraña de prescripciones, aparece un traje a medida para el empresario Cristóbal López, tan amigo del Presidente como de su vice.Mientras tanto, el capitalismo no reformado produjo otro revés para las necesidades del Gobierno: ayer los grandes fondos de inversión anunciaron que tampoco aceptarán la última propuesta de reestructuración de la deuda, por la falta de una negociación previa.La nueva moratoria, que modifica la ley de la solidaridad social, como se denominó el ajuste fiscal de diciembre, es un instrumento muy razonable para atender la parálisis económica derivada de la cuarentena. Sin embargo, en su articulado aparecen algunas peculiaridades. Hasta ahora, las moratorias excluían a los impuestos sobre combustibles y el impuesto sobre la realización de apuestas. El nuevo texto anula esa exclusión. Es decir: los que acumulen una deuda por esas contribuciones podrán saldarla en cuotas.Hay un detalle relevante. El impuesto a los combustibles y el impuesto al juego no se pueden adeudar. Se pagan en el momento en que se consume el combustible o se realiza la apuesta. Por lo tanto, debe suponerse que lo que está permitiendo esta nueva norma es que ingresen a la moratoria los encargados de recaudar y transferir a la AFIP esos gravámenes. Es decir, empresas vendedoras de naftas y gas, y los casinos y otras salas de juego.Combustibles + apuestas = Cristóbal López. Es el zar del juego del kirchnerismo. También es, con Fabián de Sousa, el propietario de Oil Combustibles. En el concurso de esa compañía se verificaron deudas tributarias por más de $6000 millones. Y en la quiebra, deudas por $1500 millones. Además, la AFIP tiene que resolver reclamos por $3500 millones. Oil presentó en enero un pedido para cancelar esas obligaciones con un plan de pagos. Pero los servicios jurídicos de la AFIP lo rechazaron...

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