Cristóbal López divide su emporio a tres meses del cambio de gobierno

La versión oficial dice que el empresario kirchnerista Cristóbal López explotó de furia el 29 de febrero pasado. Eso cuentan dos fuentes de trato cotidiano con el hombre de negocios. Y agregan, que mientras paseaba por Nueva York con su novia, la modelo Ingrid Grudke, se enteró por las páginas web de diarios argentinos que el canal de cable CN23, su reciente adquisición, había echado a unas 120 personas y que la decisión no la había tomado él, sino el equipo que maneja su socio Fabián De Sousa.

Argumentan sus allegados que eso le sirvió a López para concretar una idea que comenzó a madurar a principios de año: separarse de De Sousa, su mano derecha desde finales de los años 90. Fue el comienzo del fin del grupo Indalo tal como se lo conoce hoy, un imperio que creció exponencialmente durante las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner; sus negocios van desde el petróleo y los medios de comunicación hasta los alimentos y la venta de vehículos. No admiten las fuentes que una causa de la decisión sean los graves problemas impositivos del grupo. La división se concretará en 30 días.

El empresario también estudiaría, dicen, desprenderse de Casino Club, la compañía que maneja el negocio del juego en la Argentina. Es una sociedad que lidera López y en la que hay otros socios, pero de la que no participa De Sousa. En todos los casos, el magnate kirchnerista buscaría lo mismo: que su nombre desaparezca de las tapas de los diarios y revistas, de los canales de TV y de las radios.

Según entiende, el juego, el petrólero y los medios son los que le aportan esa visibilidad de la que reniega. López le achacó a De Sousa que los cambios en CN23 tendrían que haberse hecho de otra forma, mientras que De Sousa se molestó con cuestionamientos nimios, pero frecuentes, a algunas de sus decisiones. Pese a eso, De Sousa afirmó a LA NACION: "No estamos peleados y mantenemos el diálogo. ¿Por qué no vamos a hablar?"

Ambos terminaron de definir la separación el martes pasado, cuando firmaron un memorando de entendimiento para dividirse los bienes en partes proporcionales. Desde el lunes, cada uno comenzará a gestionar las áreas específicas, y en no más de 30 días separarán del todo los negocios.

López retendrá la constructora CPC, el negocio de inmobiliario, especialmente fuerte en la Patagonia, la fabricación de alimentos, la actividad financiera (es dueño del banco Finansur y la aseguradora Generalli), Paraná Metal y Alcalis de la Patagonia. Mientras que De Sousa...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR