Cristina, sola con Bonafini y De Vido

Es una coalición poliédrica y contradictoria. Las diferencias entre y salieron a la luz en los últimos días, como nunca antes, por decisión de la expresidenta más que del actual jefe del Ejecutivo. Si se achica el haz de luz sobre lo que realmente importa, sobresalen los desacuerdos por la forma de hacer política, por la manera de encarar las relaciones con los sectores económicos y por la política exterior. No es poco. Es mucho. La primera pregunta que debemos hacernos es si se plantean cara a cara entre ellos. Versiones seguras de ambos lados señalan que Cristina prefiere sobrevolar los hechos cuando habla por teléfono con el Presidente. Después, hace saber más claramente su posición mediante un tuit, su herramienta política favorita, o apoyando implícitamente a los voceros del ala más radicalizada del cristinismo.en sus respectivas intimidades. El conflicto surge cuando el Presidente se ve obligado a cambiar, aclarar o morigerar sus posiciones para mantener la imagen de cohesión interna. Esa es la conclusión del Presidente. Una síntesis podría resumirse así: con Cristina es difícil, sin Cristina es imposible. Ella acumula una cuota de poder institucional inédita en un vicepresidente desde 1983 (y desde antes también) y un liderazgo indiscutido sobre el sector más numeroso del peronismo gobernante. La contradicción es que todo eso no le es suficiente para conservar el poder o para enfrentar una elección, como la que se avecina el año próximo. Lo vuelve a necesitar a Alberto.A Cristina no le gustó la escenografía del acto del 9 de Julio, sobre todo por la presencia de varios empresarios. Lo hizo saber cuando mandó a la política a leer un artículo del periodista Alfredo Zaiat, publicado en Página 12. Pícara, antes había hablado con Alberto. "¿Leíste a Zaiat?", le deslizó. El Presidente le contestó que sí y que había encontrado "sesgado" el punto de vista de Zaiat, de quien es amigo. Después de notificarlo elípticamente, Cristina dio rienda suelta a su fascinación por el pensamiento de Zaiat. El periodista y economista planteaba como inconducente una alianza con la dirigencia empresaria argentina, tal como es y como había estado al lado del Presidente el 9 de Julio.Primer chisporroteo por algo que es especialmente sensible: la forma de hacer política. "El Presidente sigue creyendo que hacer política es conversar y tratar de convencer", aseguran a su lado. Lo que no dicen, pero lo sugieren, es la diferencia con Cristina. Ella hace política...

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