Cristina Kirchner nunca había ido tan lejos

Alberto Fernández

Cristina Kirchner exhibió ayer, desde Honduras, la plataforma conceptual y política desde la cual ella asiste a las negociaciones de Alberto Fernández y Martín Guzmán con el Fondo Monetario Internacional. El núcleo de ese pensamiento es el siguiente: el Fondo, las grandes potencias, los "bancos de grandes potencias", los Estados Unidos, y los jueces que condenan la corrupción, son todos lo mismo: neoliberalismo. Ayer agregó a un actor: los traficantes de drogas .

La vicepresidenta fue más allá de lo que nunca había ido. Postuló una identificación entre capitalismo y narco . Denunció a los "organismos multilaterales de crédito" -dijo "fondos", pero en seguida se autocensuró—que imponen políticas de ajuste. Al hacerlo, arguyó, debilitan al Estado hasta el punto de que su rol pasa a ser sustituido por los comerciantes de drogas prohibidas. No sería, según ella, una consecuencia involuntaria. Habría un plan, que se verifica también en que "los bancos de las grandes potencias (sic) lavan dinero del narcotráfico". Hasta ahora los técnicos del Fondo eran deleznables amigos de Macri. Pero desde ayer han pasado a ser cómplices del tráfico de drogas . Que Guzmán mire bien con quién se junta.

El público bolivariano al que se dirigía inspiró en la señora de Kirchner otra reflexión: habló de "los que antes financiaban golpes militares y ahora financian golpes judiciales", en referencia a alguna organización que alienta la formación o entrenamiento de jueces que investigan la corrupción. También aquí pareció haberse impuesto la autocensura: no mencionó a los Estados Unidos. Una consideración hacia su colega Kamala Harris , quien llegó a la toma de posesión de Xiomara Castro con un avión repleto de autos blindados.

Las de ayer fueron las coordenadas dentro de las cuales Fernández y Guzmán deben alcanzar el acuerdo con el Fondo. Ellos están muy determinados por esa opinión. Mientras prestan una atención religiosa a cada palabra de su jefa, dejan que los cortocircuitos de la economía cotidiana sigan sometidos a una inercia cada vez más peligrosa.

"Si tenés un corte de luz, conéctate al dólar que está a 220″. Ese chiste, que circulaba ayer por las redes, pinta bien el estado en que se encuentra la economía. El contado con liquidación llegó ayer a 230 pesos. La diferencia entre el dólar oficial mayorista, que se vendió a 104,72 pesos, y el blue, fue de 110%. El índice de riesgo está a niveles de default: más de 1900 puntos. Son los trazos superficiales de un paisaje que se ha visto muchas veces en la historia del país. Sin embargo, en esta ocasión hay una diferencia. El Gobierno no se siente obligado a proponer una solución a los problemas . Da por supuesto que su única responsabilidad es llegar a un acuerdo con el Fondo. A un acuerdo "digno". La vara de esa dignidad, lo demostró ayer desde Honduras, está en manos de la señora de Kirchner .

La disociación entre la negociación y el inventario de desajustes cotidianos es llamativa. Por un lado, se discuten las variables de un programa con el principal acreedor externo. Por otro, la vida material se va deteriorando, como diría el General, "con gran negligencia por parte de las autoridades" . Esta indolencia...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR