Cristina Kirchner, ¿es democrática o monárquica?

Las designaciones de http://www.lanacion.com.ar/1384488-con-boudou-suena-el-rock-and-roll como candidato a vicepresidente y de http://www.lanacion.com.ar/1384406-para-carrio-la-presidenta-sometio-a-scioli-a-una-humillacion-por-la-designacion-de-mariotto como postulante a vicegobernador de la provincia de Buenos Aires siguieron un mismo camino: http://www.lanacion.com.ar/1384405-necesito-a-mi-lado-un-hombre-que-no-tenga-miedo-dijo-cristina-sobre-la-postulacion-de-boudou los escogió dentro de su círculo íntimo, sin consultas públicas ni primarias previas y, en el caso del distrito bonaerense, sin un proceso federal. ¿Qué clase de gobernante es, entonces, Cristina Kirchner? ¿Una presidenta republicana o una reina absoluta?En la monarquía (del griego mon, "uno", y arkhé, "poder") el poder se concentra en una sola persona y circula, a partir de ella, de arriba hacia abajo. En la democracia (del griego demos , "pueblo", y cratos , también "poder") el poder nace en el seno del pueblo y circula, a partir de él, de abajo hacia arriba. El rey Luis XIV destacó la forma absoluta de la monarquía cuando pronunció su célebre frase "el Estado soy yo".La monarquía y la democracia parecen encarnar los dos polos antagónicos de la vida política. Si esto es así en el plano de los principios, la realidad ha admitido diversos matices a través de la historia. Ha habido, por lo pronto, monarquías hereditarias y electivas . A las primeras también podríamos llamarlas dinásticas porque el poder no se asienta tanto en una persona cuanto en una familia ligada por la herencia. Así fueron las monarquías europeas tradicionales, hasta que la "Gloriosa Revolución" inglesa de 1688 y la Revolución Francesa de 1789 abrieron el camino que, finalmente, llevaría a la democracia contemporánea. Las monarquías "electivas", por su parte, tampoco han sido infrecuentes. El Imperio Romano nunca fue hereditario porque al emperador no lo sucedía su hijo, sino aquel a quien designaba el Senado. El emperador, pese a su inmenso poder, no podía cambiar las reglas de su propia sucesión.Ha habido, entonces, monarquías "absolutas", como la de Luis XIV, y monarquías "moderadas", no despóticas, porque no sólo obedecían a reglas de sucesión que las excedían, sino que debían encuadrarse en el marco institucional de una venerable tradición. Del mismo modo, también hay democracias auténticas a las que llamamos republicanas porque al elegido por el pueblo para ejercer el Poder Ejecutivo lo limitan...

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