¿Cristina condenada? La amenaza kirchnerista de una tormenta política
Cristina Kirchner, el jueves pasado, con representantes de Madres de Plaza de Mayo
Cristina Kirchner aprobó su agenda del martes 6 como si se tratara de un día ordinario. Reuniones herméticas y actividades formales en el Senado. Se asomará a la Historia, que tanto la obsesiona, desde el cuadradito de un Zoom, para oír la sentencia del caso Vialidad . No espera otra cosa que una condena y así se lo hace saber a quienes la rodean.
Pero nadie que la conozca confunde su aparente desdén por el fallo con un gesto de resignación. A su lado se cocina desde hace días la respuesta política en todos los niveles a la decisión judicial que, de concretarse como vaticina el propio kirchnerismo, la obligará a relacionarse con la sociedad con el estigma de ser una condenada por corrupción.
Su círculo íntimo, liderado por la jerarquía de La Cámpora , tiene a su cargo de organizar la respuesta en la calle. Con Máximo Kirchner, Andrés Larroque y Wado de Pedro a la cabeza, han abierto un canal de diálogo con gremialistas, intendentes, piqueteros oficialistas y dirigentes de peso en el peronismo. Un comité de crisis que por ahora reniega de convocar formalmente una movilización. Prefieren jugar al 17 de Octubre y a la ilusión de lo espontáneo.
Los riesgos están a la vista. Quedó claro en la experiencia de agosto, posterior al alegato de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola . Aquellas protestas derivaron en la absurda "guerra de las vallas" en Recoleta y terminaron el día en que Fernando Sabag Montiel quiso asesinar a Cristina en la puerta de su casa. El despropósito afectó el ánimo de la vicepresidenta y también expuso la percepción de lo delicado que puede ser sostener en el tiempo la fantasía de una rebelión popular.
El momento en que Sabag Montiel intenta asesinar a Cristina Kirchner
"En la calle puede haber un fogonazo de protesta, pero la resistencia principal va a ser institucional y política ", advierte un dirigente peronista que ha visitado a Cristina en los últimos días.
No hubo que esperar al fallo. Su decisión de ponerse al frente de la reconstrucción electoral del oficialismo e instalar la hipótesis de su candidatura presidencial es una consecuencia de la deriva judicial. "Es una persecución a todo el peronismo", es el mensaje que traslada a una dirigencia que, en gran medida, la sigue por carencia de opciones. En su relato hay una Justicia que la quiere "muerta o condenada", la fórmula que encontró para ligar las investigaciones por corrupción con el intento de asesinato del 1 de septiembre.
Recompuso la relación con el Movimiento Evita y mandó emisarios a hablar con todos los gobernadores del peronismo, en busca de sellar una paz oficialista antes de la sentencia. El episodio de salud de Alberto...
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