Cristina aprovechó el cambio de gabinete para fortalecer el rol interno de La Cámpora
Cristina Kirchner concretó ayer un nuevo cambio de gabinete que consolidó a La Cámpora como la fuerza política más influyente en su equipo de Gobierno. En un clima de distensión tras la decisión del juez Daniel Rafecas de desestimar la denuncia contra la Presidenta por la causa AMIA, ayer como jefe de Gabinete, en . Su lugar como secretario general de la Presidencia fue ocupado por el .
Junto a Capitanich, que volverá a la gobernación de Chaco para ponerse al frente de la campaña electoral provincial, dejó el Gobierno Juan Manzur, ministro de Salud y candidato en Tucumán. Lo reemplazará Daniel Gollán, que estaba a cargo de la Secretaría de Salud Comunitaria, un funcionario apadrinado por Alicia Kirchner y de fuerte vínculo con La Cámpora.
La fiesta fue completa en el Salón Blanco de la Casa Rosada cuando la Presidenta les tomó juramento a sus nuevos colaboradores.
A tal punto la distensión se vio en la propia Cristina, que ayer rompió su costumbre en la tradicional toma de juramento y habló para agradecerles especialmente a los funcionarios que dejaban sus cargos.
Lo hizo con un discurso en el que resaltó la lealtad como factor distintivo de su equipo de trabajo y en el que buscó impulsar electoralmente a sus ministros salientes.
"Lo que no perdonan es la capacidad de trabajo, lo que no perdonan es la lealtad, lo que no perdonan es cómo se juega uno por las ideas y las convicciones", destacó, en la despedida que le dedicó a Capitanich.
Sobre ese eje se inscribieron ayer los cambios de gabinete, lugares que la Presidenta guardó para sus incondicionales en momentos en que debe transitar los difíciles nueve meses que le quedan a su gestión.
"Uno puede estar de acuerdo o en desacuerdo con lo que piensa el otro, pero todo aquel que se juega por lo que piensa, no por lo que le conviene, y pone el cuero para defender lo que piensa y siente, merece el respeto de todos los argentinos, piensen como piensen", destacó.
Justamente esas virtudes de lealtad absoluta fueron las que resaltó Cristina Kirchner, que tomó el micrófono sorpresivamente para dejar claro el objetivo de sus cambios: "Estos hombres que hoy se incorporan y me acompañan tienen convicciones y lo que todo el mundo tiene que saber, que defender lo que uno piensa y lo que uno siente no significa faltarles el respeto a los demás, simplemente es ser coherente con lo que ha vivido".
"Wado" de Pedro, fue, sin dudas, el más aplaudido de la tarde en la que la Casa Rosada recuperó algo de aire...
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