El coworking se reinventa y le gana al trabajo desde casa

El arrollador avance del coworking, ese modelo de organización del espacio laboral que reúne en un mismo ámbito a empleados de distintas empresas, da por tierra con décadas de un pensamiento errado: que el home office era el mejor remedio contra la desmotivación.

Al menos eso es lo que plantea Patricio Fuks, gerente regional para América Latina de WeWork, unaplataforma de trabajo colaborativo que este mes abrió su primer edificio en el microcentro porteño: "Nadie se quiere quedar en su casa trabajando todo el día -dice-. Uno quiere salir, interacturar con otras personas".

Fuks respalda su afirmación con datos: ya son más de 120.000 los usuarios/miembros de WeWork en todo el mundo, y la proyección es llegar a 200.000 a fin de año. "Lo más importante es que este modelo amplía el horizonte de trabajo. Hay un estudio que muestra que el 50% de todos los miembros de WeWork en algún momento hicieron negocios entre ellos", agrega.

Esta plataforma de trabajo colaborativa no sólo implica un espacio real en común, sino también un espacio virtual compartido, ya que cuenta con una app que sirve para gestionar los distintos servicios que forman parte del entorno laboral (desde reservar una sala de reuniones hasta confirmar la participación en alguna actividad comunitaria), pero que también construye una comunidad virtual que se vincula a través de un chat interno donde los miembros postean e interactúan entre sí desde los 140 edificios de WeWork distribuidos en 44 ciudades de 14 países.

En cierta forma, la membresía de WeWork es comparable con la de un gimnasio: se paga una cuota mensual (existen de distintos valores, en función de los servicios: desde cochera hasta disponer de oficinas de WeWork en otros países en caso de viaje) que habilita a hacer uso de un hot desk (escritorio, no siempre el mismo, en una de las áreas comunes), un "escritorio dedicado" (siempre el mismo escritorio) o una oficina privada. Y eso es válido tanto para un freelancer como para una gran compañía.

Entrepreneur y uno de los dos socios de Solcomex, una flamante empresa que brinda soluciones en comercio exterior, Agustín Marcial Gómez tiene su hot desk en la torre Bellini, primer edificio de WeWork en la Argentina. "Estamos ayudando a una distribuidora de vinos boutique con su desarrollo de negocio, con la idea de exportar, y buscando en la red interna gente que hacía negocios con vinos encontré un apasionado en vinos en Londres, con el que ahora estamos organizando una...

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