Un costo que se siente a diario y que nadie quiere pagar

"No por ahora". Tres palabras alcanzan para que el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, traduzca la decisión que tomó el Gobierno respecto de la suba de tarifas de los colectivos.

La cuestión es simple y está estudiada. Hay varios informes que académicamente se adentraron en el mundo de los recuerdos y las sensaciones a la hora de hacer obras y de subir las tarifas. Dicen esos trabajos, uno de ellos del Cippec, que los proyectos en el mundo del transporte tienen un reflejo continuo, una sensación que a diario se vuelve a recordar. Dietrich lo conoce a la perfección por su experiencia con el Metrobús. Y Florencio Randazzo, con sus trenes chinos, también.

Claro que si la experiencia es mala, el reflejo también es permanente. El que mejor entendió esto fue el ex ministro Julio De Vido. "Esto es peronismo y acá no se aumenta nada", le dijo una vez el ahora diputado a un petrolero que le explicaba los problemas que había con el precio del gas.

También lo experimentó Randazzo cuando el ex ministro de Economía Axel Kicillof archivó una carpeta con los números que había hecho para aumentar el boleto a principios de 2015.

En años de elecciones, en la Argentina no sube el boleto del transporte en el área metropolitana. Sin embargo, hay algo que sí se puede hacer y es mejorar la eficiencia del...

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