Corren tiempos de frialdad para los amigos del pasado

No son buenos los vientos que soplan en el segundo mandato de Cristina Kirchner para empresarios que algún día contaron con la amistad del Gobierno. Tampoco para aquellos que, sin haberla tenido, igual se beneficiaron con su accionar. Forzada por la necesidad de recortar subsidios y controlar la balanza comercial, la Presidenta somete a los hombres de negocios a un trato frío y distante, en el mejor de los casos.Menos ducha para los negocios que su esposo, Néstor Kirchner, la mandataria no deja resquicio por el que se pueda filtrar la opinión de un empresario. Rodeada por un estrecho círculo de confianza, en el que se cuentan su hijo, Máximo, y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, Cristina entregó al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, las riendas de los principales temas económicos. Algunos lo explican en clave futbolera: sale De Vido, entra Moreno. Eso tiene un sólo mensaje: se terminaron las alianzas.La denuncia que hizo De Vido el lunes contra YPF, Shell, Esso, Petrobras y Oil, acusándolas de aplicar sobreprecios en la comercialización mayorista de gasoil, es una muestra de la gelidez con que el nuevo gobierno trata a sus otrora amigos. Sebastián Eskenazi, que llegó a la presidencia de YPF aupado por el kirchnerismo, se enteró de la acusación por los medios. En realidad, hace tiempo que el diálogo entre él y el Gobierno dejó de ser algo de todos los días. "De Vido era el nexo, pero lo corrieron", contó un hombre que conoce la empresa. A veces, la frialdad se vuelve histeria. "Un día les dicen que se van a sentar a conversar y otro los atacan en público", contó la fuente.El viraje del director por el Estado en la petrolera, Roberto Baratta, es toda una señal: en 2008, dotado con la acción de oro, allanó la llegada de Eskenazi a la firma, mientras que a fines de 2011 votó en contra de la liquidación de dividendos al exterior.El uppercut del lunes, en tanto, fue más dirigido a YPF que al resto. Y no sólo porque acapara más de 60% del mercado de combustibles. Alguien que conoce como pocos el sector, afirma que el Gobierno siempre supo que YPF cobraba más alto el gasoil mayorista para compensar las pérdidas que le ocasionaba "el gasoil para todos" a nivel minorista. "Ahora que tiene que cortar subsidios, acusa a la firma de algo que venía haciendo con su guiño", acotó la fuente.Otro al que Moreno le marcó la cancha es Jorge Brito, que disfrutó de las mieles del primer kirchnerismo y, hasta ahora, fue el puente entre la banca...

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