Corregir precios y atraer inversiones: claves para salir de la crisis energética

La Argentina consume 150 millones de metros cúbicos de gas por día y produce 100 millones de metros cúbicos diarios. Estas cifras son una clara muestra de lo que sucede en el sector gasífero en el país: un tercio de lo que se consume debe ser importado. Pero antes de llegar a esta situación hubo causas que propiciaron la debacle energética, como la política kirchnerista que congeló las tarifas y que, por lo tanto, no dio señales de precios para que llegaran inversiones productivas.

Así, el actual gobierno intentó sincerar en parte las tarifas, pero se encontró con la queja de consumidores que veían incrementada su factura hasta en un 1000%. Muchos fueron a la Justicia y lograron un fallo a su favor, con lo que la actual administración debió sacar una solución de emergencia: puso un tope de 400% a los aumentos.

Daniel Montamat, ex secretario de Energía y director de la consultora Montamat y Asociados, dice que se está frente a uno de los mayores retrasos tarifarios desde que se tiene estadística en la Argentina. "La distorsión de los precios de gas en todo el período kirchnerista, por razones de discrecionalidad política y por políticas populistas, fue extraordinaria", afirma el especialista.

La sociedad, según Montamat, es consciente de que la tarifa del gas debe remunerar los costos del servicio, pero no es consciente de dos cosas: la magnitud de esas distorsiones acumuladas y que el costo del servicio ya lo estaba pagando mucho más caro. Lo que pasaba, claro, es que parte de ese costo venía en la tarifa y parte se pagaba a través de subsidios a los que tiene que hacer frente con el bolsillo de contribuyentes de impuestos (y si los impuestos no alcanzan, con financiamiento inflacionario).

Juan Bosch, presidente de la firma Saesa y trader de gas y energía, explica que lo primero que hay que recordar es que la Argentina fue declinando la producción de gas natural tanto en términos absolutos como relativos. "Pero no sólo es un problema de que las inversiones no incorporaron nuevo gas, sino que además el consumo ha crecido mucho más que las inversiones. Esto ha llevado a que en estos días, un tercio del gas natural que se consume en el país venga de importación", comenta.

A esta situación se llegó por un sinfín de condiciones macroeconómicas, que hicieron que no se invirtiera en el campo energético en la Argentina. Es una inversión de altísimo riesgo y no había condiciones para impulsarla. "En lugar de tener una visión de largo plazo se dio...

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