Coronavirus en la Argentina: villas, entre muertes e hipocresías

Desde este lunes, se trazará más fuerte la línea divisoria entre la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires. Para cruzar de un lado al otro habrá que renovar autorizaciones que serán más restringidas. Axel Kicillof supone que así mantendrá a los bonaerenses a salvo de los focos virulentos del en los 38 barrios porteños catalogados como populares (villas, asentamientos y núcleos habitacionales transitorios) que quedaron en evidencia por un mayor testeo, algo que no sucede con la misma intensidad del otro lado de la General Paz.Un 8% del total de la población capitalina vive en zonas vulnerables. Casi el 70% de sus 240.000 habitantes en condiciones precarias se concentran en cinco barrios, siendo la villa 1-11-14, en Flores, la de mayor hacinamiento (1430 personas en cada una de sus 28 hectáreas) y la que tiene más muertos por coronavirus, seguida por la villa 31/31 bis, en Retiro (914 habitantes por hectárea, en un total de 44). La idea de muros, esclusas o rigideces para separar territorios no es nueva en la historia argentina. En 1876, Adolfo Alsina comenzó a construir un ambicioso sistema defensivo de fosas para evitar los malones aborígenes. Pasó a la historia como la "zanja de Alsina" y dio relativo resultado. Más tarde, Julio Argentino Roca (luego dos veces presidente de la Nación) terminó más drásticamente con el problema, mediante la Campaña del Desierto, tan revisionada en los últimos años.Ahora, la restricción viene en sentido inverso luego de una fuerte embestida del ministro de Salud bonaerense y de varios intendentes del conurbano contra la ciudad de Buenos Aires, a la que señalaron como principal foco infeccioso, por la mayor apertura de la cuarentena de parte de Horacio Rodríguez Larreta. A nadie se le ocurrió armar campaña alguna contra la provincia de Buenos Aires cuando la puerta principal de entrada al virus hasta marzo era el aeropuerto de Ezeiza. Entonces la culpa la tenían los "chetos" que viajaban. Ahora, le apuntan a Larreta porque crece el número de pobres porteños contagiados. En la provincia hay más de 1800 villas y la cantidad de personas viviendo en ellas casi duplica a la de la Capital, la mayoría concentrada en el conurbano. Solo tienen a su favor que dichas barriadas suelen ser más espaciosas que las capitalinas, por lo tanto, están menos expuestas al virus. Pero no mucho menos.La militancia ultra-K está obsesionada con dinamitar la armonía entre Alberto Fernández, Larreta y Kicillof, en la delicada...

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