Coronavirus en la Argentina: la cuarentena está en conflicto con la libertad

Existe un conflicto entre la pandemia, la cuarentena y la libertad. ¿Por qué negarlo? Y hay otro conflicto entre la cuarentena y la economía. Un camino que conduce hacia ninguna parte (o hacia el peor lugar) es el de negar la existencia de los problemas. El "no me importa" de Alberto Fernández cuando le preguntaron sobre la opinión de los economistas o la declaración de Máximo Kirchner de que se trata de una opción entre "la vida y la muerte" son inútiles intentos de ahogar un debate que es necesario. La Argentina vive un virtual estado de sitio que nadie quiere llamar por su nombre.De hecho, un comisario de Tigre les envió una circular a vecinos de barrios cerrados, que ya se habían manifestado cansados de la cuarentena, para notificarlos de que estaba prohibida cualquier "manifestación". Cualquier manifestación significa también que está prohibida hasta la que respete la distancia entre las personas. Esa circular deroga implícitamente el derecho de los argentinos a reunirse y el derecho a la protesta, tan protegido por el cristinismo cuando se trataba de manifestaciones que colapsaban el centro de la Capital.El argumento de que el debate sobre las mutilaciones a la libertad está en todo el mundo no puede distraernos de lo que pasa aquí y ahora. En muchos de los más importantes países del mundo las instituciones son más sólidas que las del sistema político argentino. Aquí, las deserciones de los poderes Legislativo y Judicial dejaron al Ejecutivo con la suma del poder público.El juez de la Corte Suprema de Justicia Ricardo Lorenzetti advirtió ayer en un reportaje a la cadena CNN que "la cuarentena debe tener límites temporales" y que "los gobiernos no pueden avanzar sobre las libertades individuales". No se puede estar en desacuerdo con esas palabras. Otros jueces de la Corte Suprema prefieren no opinar en público porque esperan que caigan en sus manos recursos colectivos que reclamarán sobre la cuarentena y sobre los recortes a los amplios márgenes de la libertad. Podrían ser recusados si se conociera de antemano su opinión.De todos modos, es la Corte la que tiene la obligación de poner en funcionamiento a la Justicia, que está de feria desde que comenzó la cuarentena. Los jueces del máximo tribunal Carlos Rosenkrantz, presidente del cuerpo, y Horacio Rosatti son los únicos que promueven una salida inmediata, aunque sanitariamente responsable, de la interminable feria. La Justicia es el único poder del Estado que puede garantizar la...

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