Coronavirus en la Argentina: Alberto Fernández gana tiempo con su 'capitalismo científico'

Alberto Fernández debió hacer anoche un esfuerzo dialéctico para de la cuarentena, que ratifica la excepcionalidad argentina. A diferencia de lo que se ha hecho en otras partes mundo, las flexibilizaciones de las medidas de aislamiento social se adoptan aquí al mismo tiempo que se acelera para llegar el millar diario. Nadie podrá negar que la plasticidad retórica es un activo del Gobierno.Para entender la "aparente" contradicción basta con revisar la agenda y las expresiones presidenciales de los últimos tres días. Allí la situación económica del país y el estado emocional de los argentinos por causa de adquirieron una centralidad que empezó a competirle al mismoEl aumento del malestar social causado por esos factores lo explica todo. volvió a su rol de administrador de la válvula de la olla de presión. Por ahora, el gran plan es evitar que algo estalle."Me preocupa cuidar la salud mental de los argentinos", fue la frase con la que el Presidente anticipó 48 horas antes de los anuncios por dónde iría la nueva etapa. Estaba dirigida a una sociedad a la que en general le cuesta sostener los ya más de dos meses y medio de reclusión. La angustia no es producto solo del en sí mismo, sino también consecuencia de otra causa, como es el agravamiento de la situación económica y la creciente incertidumbre sobre el futuro.Por eso, también, el Presidente decidió reunirse con dueños y representantes de algunas de las mayores empresas argentinas y los recibió con una sentencia destinada a agradar (o a bajar la guardia) de los interlocutores: "Los peronistas somos capitalistas y queremos que a las empresas les vaya bien y ganen plata". Fernández necesitaba decirlo. La marcha partidaria, bien gracias.Las dos sentencias, que aunque podrían ser más propias del candidato en campaña que del presidente en ejercicio desde hace ya medio año, fueron apreciadas mayoritariamente por sus destinatarios. Toda una demostración de cuanto ha trastocado la las cosas. La nueva normalidad.La reunión con el mundo empresario resulta paradigmática. Los invitados se retiraron complacidos del encuentro, pero tan ignorantes de planes concretos como habían llegado."Fue un trabajo de seducción", se sinceró uno de los asistentes más representativos al calificar el encuentro pergeñado por el influyente secretario de asuntos estratégicos, Gustavo Beliz.Lo curioso es que el objetivo de Fernández pareció cumplirse. Aun en medio de una crisis económica de tal magnitud y proyección que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR