Con el corazón dividido

"Hola Oli, mamá ya viene, no llores..." Un padre le habla a su hija de seis meses, que espera que su madre, que se encuentra en la cocina preparando la comida, se asome para alzarla. El padre mira la escena y no puede hacer nada más que tranquilizarla. Hasta ahí se trata de una historia similar a la de cualquier familia argentina, pero el detalle es que el papá, en este caso Mauro Comuzzi, observa la escena desde el monitor de la computadora. Es que el wing de los Pampas XV se encuentra en Sudáfrica disputando la Vodacom Cup lejos de su familia y estará fuera de casa como mínimo dos meses.Comuzzi, junto a Julio Farías Cabello y Maximiliano Bustos, son los únicos tres jugadores del tercer seleccionado nacional en importancia detrás de los Pumas y los Jaguares, que son padres. A horas del próximo encuentro, el cuarto de la etapa clasificatoria contra Griquas, en la ciudad de Kimberley, La Nacion habló con ellos sobre de qué manera sobrellevan estar lejos de sus familias y cómo hacen equilibrio entre la alegría por los éxitos deportivos y sentir la ausencia de sus seres amados."Estoy extrañando bastante. Me prepararé bastante para poder estar tranquilo. Ya hace tres semanas que estamos en Sudáfrica y quedan cuatro más seguro; tal vez más", dice Farías Cabello, orgulloso padre de tres mujeres: Valentina, de 8; Ana Sofía, de 2, y María Joaquina, de 5 meses. El ala tucumano, de 32 años, aclara: "Por momentos se hace difícil, pero vía Internet nos hablamos y trato de verlas para que no sea tan duro. Cada vez que te vas te cuesta, pero trato de que no me afecte".A diferencia de Farías Cabello, Maximiliano Bustos tuvo dos varones: Juan Cruz, de ocho años, y Ulises, que el 26 de este mes cumplirá tres. "Por suerte existe Internet", dice en diálogo con La Nacion, mientras lanza una carcajada."Los veo todos los días y estoy al tanto...