Convivencia en la oficina Y: diversidad, mano blanda y comunicación fácil

Ningún jefe se va a extrañar si hoy un empleado le avisa por un mensaje en WhatsApp que está enfermo. Menos si ese colaborador sólo se saca un auricular para responder mientras de reojo sigue atento a la pantalla, o si en una charla informal le revelan un nuevo romance dentro de la oficina. Tampoco le llamará la atención que un empleado le blanquee una situación de estrés laboral o la insatisfacción por cierta tarea que le encomendó. Y seguramente ese jefe se valga de un intercambio más horizontal con su equipo de trabajo, lejos de un estilo "mano dura" de liderazgo. Es que del otro lado, sobre todo si se trata de empleados nacidos a partir de la década del 80, esperarán de él y de la organización para la que trabajan flexibilidad, transparencia y horizontalidad.

En la última década la oficina cambió. Se modificaron el comportamiento y las relaciones de sus miembros al ritmo de las transformaciones sociales: la conectividad, la globalización, el paulatino derrumbe de tabúes y el ingreso en el mundo laboral de las nuevas generaciones con sus propias costumbres y valores.

Como dice el experto en recursos humano y autor del libro Historias y mitos de la oficina, Alejandro Melamed, estas nuevas generaciones -hoy los Y, mañana los Z-, inspiradas en lo vivido en sus propios hogares y por el desarrollo mismo de las sociedades, traen consigo valores como la democratización de las decisiones, la diversidad, el disfrutar de la vida más allá del trabajo o el cuidado del medio ambiente y la salud. Y eso mismo que viven a diario lo van demandar en el ámbito laboral.

Para Alejandro Mascó, socio consultor de Human Brand y autor del libro Los 7 mitos capitales, esta generación supo relacionarse con sus padres de una forma más cercana, diciendo lo que piensan y esperando lo mismo de los demás.

Es cierto que no todas las empresas y organizaciones han adoptado estos cambios, y algunas los han motorizado por un marketinero "deber ser" o con la idea de dar flexibilidad para conseguir más productividad. Sin embargo, las modificaciones, indican los especialistas consultados, parecen ser inevitables.

la oficina y el amor son compatibles

1 En su libro Historias y mitos de la oficina, Alejandro Melamed derriba ciertas creencias instaladas sobre el amor y el trabajo: eso de que son incompatibles, que sólo se da en casos especiales, que siempre se ocultan o no son auténticos.

El amor dentro de la organización no es ni bueno ni malo. Lo que puede ser bueno o malo es...

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