El conurbano amenaza el liderazgo populista de Cristina

Cristina Fernández de Kirchner se vio obligada a reaparecer en público para respaldar la gestión de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires. El acto que compartieron en La Plata es la confirmación del ajustado margen con el que cuenta por ahora el Frente de Todos para imponerse en las elecciones del 14 de noviembre en el distrito que concentra al 37 por ciento del total de electores. La derrota o el triunfo en ese territorio constituyen una variable esencial del sistema político e institucional. El resultado que obtenga el oficialismo, pero también la oposición, determinará quién conduce el gobierno nacional en 2023.

El dato representa el agravamiento de la situación descrita a comienzos de marzo por Roberto Bacman, uno de los encuestadores oficiales de la Casa Rosada y testigo del momento incómodo que atravesó Alejandro Grimson. Ponderado por Alberto Fernández, el antropólogo que reporta al equipo de asesores de Juan Manuel Olmos se expresó satisfecho con un triunfo por una ventaja de entre 5 y 7 puntos como el que proyectó Bacman. Ser uno de los favoritos del presidente le sirvió a Grimson para quedar a salvo del incendio que desató en la reducida reunión de la que participaba.

Para el kirchnerismo, Grimson ilustra las dificultades que tiene el equipo presidencial para dimensionar la magnitud de la crisis que esta mañana volverá a expresarse en los cortes del Polo Obrero en los accesos a la ciudad para reclamar la restitución del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que el año pasado benefició a nueve millones de personas. Hasta junio, el reajuste de la ayuda social distribuida cubrió el 11 por ciento de ese universo. La movilización es alimentada por la base social del Partido Obrero en Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora y La Matanza.

Ese crecimiento de la izquierda en el Área Metropolitana complica el plan atribuido a Cristina para liderar el populismo a escala internacional . Una hipótesis que daría sentido a la abstención argentina en la OEA para condenar la tiranía en Nicaragua. Pero también dotaría de coherencia a la política exterior del gobierno en los últimos meses. E incluso a la prédica de Cristina para reformar radicalmente el funcionamiento del sistema democrático. Particularmente en la Justicia, donde se acumulan causas en su contra. Es la lógica del rechazo a ser juzgada por quienes no son elegidos por el voto popular. Lo que pone de relieve el carácter plebiscitario que adquiere el resultado que obtenga en el...

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