Más control y menos pagos en efectivo, los métodos de otros países contra la evasión

A fines de la década del 90, Corea del Sur no solo estaba recién saliendo del azote que le había propinado la crisis asiática, sino que, además, tenía una alta evasión fiscal que erosionaba sus arcas: su recaudación tributaria era de solo 19% del producto bruto interno (PBI), lejos de los 40 puntos y más también que exhibían los países nórdicos. Dos décadas después, la pequeña península cuenta con un embolso anual por de 26,5% sobre el PBI, es decir, US$421.709 millones.

El caso de Corea del Sur es ilustrativo de un país que adoptó una política agresiva para masificar el uso de las tarjetas (incentivos tributarios a los usuarios y a los comercios) con el objetivo específico de incrementar la recaudación y reducir la evasión fiscal. Las medidas incluyeron incentivos al impuesto a la renta y en el IVA (devolución de un porcentaje), basados en exenciones tributarias y sistemas de rifas y recompensas. Además, recientemente, sumó software predictivo de evasores y firmó convenios de intercambio de información con otros países.

Esta no fue la única experiencia exitosa contra la evasión en el mundo. Chile, Colombia, Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá y Finlandia también aceitaron sus economías y engrosaron sus recaudaciones, mediante reformas tributarias, aumento de la fiscalización, desincentivo al uso de efectivo, intercambio de información y uso de nuevas tecnologías predictivas.

Los casos de Chile y Colombia resultan más cercanos a la Argentina, que todavía tiene una cuenta pendiente en cuanto a la eficiencia fiscal: el país pierde por año $1,4 billones. El año pasado se recaudaron $4 billones, que si bien no es un número bajo (son pocos contribuyentes con una altísima presión fiscal, y gran parte de lo recaudado solventa el gasto estatal), podría ser un 35% mayor si se terminara con la evasión.

Si se pone la lupa sobre algunos impuestos específicos, se puede ver que la evasión en IVA es de 35%; en Seguridad Social, de 40% (con porcentajes más altos en construcción y gastronomía), y en Ganancias, de 40%. Según los analistas, la Argentina debe combatir la evasión no solo para recaudar más, sino también para "aceitar" toda su economía, ya que una mayor calidad recaudatoria contagia a los contribuyentes y ayuda a los distintos sectores económicos a funcionar mejor.

La evasión es, básicamente, decidir no pagar un impuesto que corresponde hacerlo. Por ejemplo, por cada operación de compra y venta se debe pagar el IVA, porque si eso no se registra, el comerciante...

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