Para poder circular, los usuarios de un automóvil deben pagar la patente, el seguro obligatorio, tener al día la verificación técnica vehicular (VTV) y el grabado de parantes y guardabarros (que hoy cuesta $ 820), lanzado hace un par de años para evitar, en teoría, el robo y tráfico de autopartes. Además, el usuario debe cargar combustible (con gravámenes del 50%) y pagar peajes (entre los más caros del mundo) por pocos kilómetros y hasta por rutas de una sola calzada y con escaso mantenimiento.
En las sociedades modernas se supone que hay un contrato entre los contribuyentes y el Estado (encarnado en las autoridades de todos los poderes y estamentos). Los primeros pagan impuestos, tasas y otros tributos (nuestro país está entre los de mayor carga impositiva, a la par de otros con alto nivel de desarrollo y calidad de vida). A cambio, el Estado debe brindar salud, educación y seguridad, entre otros beneficios.
Hace un par de días, en Villa del Parque, a plena luz del mediodía, sólo les llevó cinco minutos a un par de delincuentes robar dos...