El contrato de escrow

AutorVerónica Elvia Melo
Páginas149-151
EL CONTRATO DE ESCROW
VERÓNICA ELVIA MELO
Sumario: 1. Introducción: los contratos informáticos. 2. El contrato de escrow.
3. Palabras finales
1. Introducción: los contratos informáticos
El generalizado uso de la informática y su implantación en la esfera de la
empresa como herramienta imprescindible ha provocado la aparición de nuevas
figuras contractuales cuya característica común estriba en la singularidad de los
productos en torno de los cuales se articula la operatoria. En este sentido, es
preciso reconocer la creciente relación de dependencia entre las aplicaciones y
sistemas informáticos utilizados por su propia empresa y su propia actividad.
Al no existir en nuestro derecho positivo una normativa específica en mate-
ria de contratación informática, resulta aplicable la legislación vigente para la
contratación en general y gobierna la voluntad de los contratantes.
La problemática jurídica de la contratación informática ha sido abordada
en otro lugar en esta misma obra.1 Solamente agregaremos ciertos aspectos a
considerar a la hora de formalizar un contrato informático: a) evitar la contrata-
ción a ciegas que surge del desconocimiento generalizado por parte de las aseso-
rías legales de la verdadera naturaleza de estos contratos, b) existencia de contra-
tos de adhesión (muchas veces con prestaciones desproporcionadas) entre los
proveedores de servicios informáticos, c) confidencialidad, derivada de la con-
cepción del software como propiedad intelectual, d) dependencia que produce la
puesta en marcha de un sistema informático, tanto desde el punto de vista técni-
co como humano, e) necesidad de claridad terminológica, tanto informática como
jurídica.2
2. El contrato de escrow
Puede definirse el contrato de escrow como aquel contrato en cuya virtud
la licenciataria o la empresa desarrolladora del software entrega una copia del
1Ver en esta obra el trabajo en coautoría con LAPALMA, Juan Carlos.
2AAVV “Memento práctico. Francis Lefebvre. Contratos mercantiles”, Madrid, Aranzadi
Editorial, 2000, pág. 885.

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